Una rampa de 60 metros de longitud ahorrará a los vecinos de Ribadavia una caminata de aproximadamente un kilómetro y medio para acceder al tanatorio. Era una reivindicación de las personas que habitualmente realizan el recorrido desde el núcleo urbano y que se veían obligadas no sólo a dar un rodeo, sino que tenían que hacerlo en un tramo de 500 metros a lo largo del arcén de la carretera N-120, con el riesgo de accidentes que esta circunstancia implica.
El concejal de Obras, José Prieto, apuntó que además de los peatones que se dirigen al tanatorio, también se beneficiarán los vecinos de la urbanización que hay en la misma carretera. 'Esta rampa facilitaralle o traxecto, sobre todo ás persoas maiores que son as que máis andan a pe e tamén ás amas de casa que cada día daban o rodeo para facer as compras', señaló el concejal.
La rampa parte de la Rúa Ribeiro para enlazar con la N-120. Las obras fueron ejecutadas por la brigada municipal, que está pendiente ahora de colocar unas barandillas.
La rampa parte de la Rúa Ribeiro para enlazar con la N-120. Las obras fueron ejecutadas por la brigada municipal, que está pendiente ahora de colocar unas barandillas.
