Cristina F.A. aceptó ayer dos años de cárcel por un delito de falsedad en documento mercantil en relación con otro de estafa tras rebajarle la fiscal un año de prisión con respecto a la petición inicial. La inculpada reconoció que utilizó el nombre de la mujer para la que trabajaba como empleada de hogar en la ciudad para solicitar un préstamo de 26.000 euros, en marzo de 2008, a la entidad Servicios Financieros Carrefour EFC SA.
Para ello, según recoge el Ministerio Fiscal en su escrito de calificación provisional, remitió a la entidad prestamista una fotocopia del DNI de la señora para la que trabajaba, su declaración de la renta del año anterior y una página de la libreta de ahorros correspondiente a una cuenta abierta en La Caixa en la que la acusaba realizó una alteración, sustituyendo su nombre por el de la empleadora.
La acusada también reconoció que se valió de tarjetas de crédito que cogió en el domicilio en el que trabajaba para realizar varias compras, circunscritas entre octubre y diciembre de 2008. Las diligencias judiciales recogen que con una tarjeta del BBVA realizó una compra de 325 euros en el hipermercado Carrefour y otra más de 133,68 euros en la Compañía R, especializada en servicio de telefonía, televisión e internet. Asimismo, constan dos compras más, pero con cargo a una tarjeta de crédito Repsol Visa, en el Carrefour de 980 y 78 euros, respectivamente. Los importes de todas esas compras fueron cargadas en una cuenta a nombre de la mujer por la que se hacía pasar. El importe le fue reintegrado a la perjudicada una vez que aquella dio cuenta a la entidad bancaria de la irregularidad de las operaciones.
LA DEUDA
Cristina F. a mediados de diciembre de 2008, cuando se destapó todo, aún mantenía una deuda con Servicios Financieros Carrefour de 25.291 euro por el impago de un crédito.
La sentencia condenatoria que dictará el Juzgado de lo Penal 1 de Ourense, además de los dos años de prisión, una multa de nueve meses a razón de seis euros diarios, además de resarcir la deuda con la entidad prestamista y la bancaria.
La acusada también reconoció que se valió de tarjetas de crédito que cogió en el domicilio en el que trabajaba para realizar varias compras, circunscritas entre octubre y diciembre de 2008. Las diligencias judiciales recogen que con una tarjeta del BBVA realizó una compra de 325 euros en el hipermercado Carrefour y otra más de 133,68 euros en la Compañía R, especializada en servicio de telefonía, televisión e internet. Asimismo, constan dos compras más, pero con cargo a una tarjeta de crédito Repsol Visa, en el Carrefour de 980 y 78 euros, respectivamente. Los importes de todas esas compras fueron cargadas en una cuenta a nombre de la mujer por la que se hacía pasar. El importe le fue reintegrado a la perjudicada una vez que aquella dio cuenta a la entidad bancaria de la irregularidad de las operaciones.
LA DEUDA
Cristina F. a mediados de diciembre de 2008, cuando se destapó todo, aún mantenía una deuda con Servicios Financieros Carrefour de 25.291 euro por el impago de un crédito.
La sentencia condenatoria que dictará el Juzgado de lo Penal 1 de Ourense, además de los dos años de prisión, una multa de nueve meses a razón de seis euros diarios, además de resarcir la deuda con la entidad prestamista y la bancaria.
