Alberto Fernández Abal (nacido en Londres en el año 1972) se supo pintor cuando siendo muy niño, con un carboncillo en la mano, comenzó a dibujar un mundo en el que se sentía a gusto, que le llenaba transportándole hacia mágicos momentos que luego reflejaba en sus creaciones.
Un buen día paró, hasta que el artista plástico que lleva dentro pugnó nuevamente por salir y mostrarse más maduro y real. De ésto, hace ya siete años. Fruto de esa erupción creadora es la exposición que inauguró ayer en la Casa da Xuventude de Ourense.
¿La clave de un buen autodidacta es no parar de experimentar?
Comencé a pintar aprendiendo a mirar y, sobre todo, experimentando. Primero con los colores y después con las texturas, abriendo el lienzo a todas sus posibilidades.
¿Y a qué tendencias?
A la cultura pop, el cómic, el videoclip musical...
En el campo del retrato empleo formas geométricas, polígonos irregulares con los que al menos intentar reflejar la realidad. Sólo, recurriendo a la sencillez de las líneas puras. Una especie de aquel cubismo de los años 20 del pasado siglo, aunque, con la peculiaridad de que permito reconocer perfectamente al retratado, porque me alejo de la deformidad, es una de las cosas que siempre intento en mis creaciones.
Qué es la pintura para usted?
Un refugio. Una vía de escape de la rutina. Un espacio que me permite huir de lo cotidiano y afrontar un mundo mágico.
¿La clave de un buen autodidacta es no parar de experimentar?
Comencé a pintar aprendiendo a mirar y, sobre todo, experimentando. Primero con los colores y después con las texturas, abriendo el lienzo a todas sus posibilidades.
¿Y a qué tendencias?
A la cultura pop, el cómic, el videoclip musical...
En el campo del retrato empleo formas geométricas, polígonos irregulares con los que al menos intentar reflejar la realidad. Sólo, recurriendo a la sencillez de las líneas puras. Una especie de aquel cubismo de los años 20 del pasado siglo, aunque, con la peculiaridad de que permito reconocer perfectamente al retratado, porque me alejo de la deformidad, es una de las cosas que siempre intento en mis creaciones.
Qué es la pintura para usted?
Un refugio. Una vía de escape de la rutina. Un espacio que me permite huir de lo cotidiano y afrontar un mundo mágico.
