Cero autocrítica del cuestionado alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, durante su primera rueda de prensa en más de dos meses con un atronador silencio mientras la mayoría de su grupo y sus socios del PP se rebelaban ante las claras sospechas de irregularidades en la gestión económica de los fondos públicos que percibe su partido, algo en lo que eludió entrar durante su extenso discurso señalando únicamente que "las acusaciones son una broma, porque es la primera vez en la historia que miembros de un partido denuncian a su propio partido sin base alguna", negándose a mostrar los extractos bancarios y a garantizar que no ha cometido ninguna ilegalidad.
"Parece otra broma la pregunta, otra impertinencia", se limitó a decir Jácome después de asegurar que "es el colmo, ya que no hay partido que enseñe los extractos por la ley de protección de datos", pero sí admitiendo que utiliza los fondos públicos para financiar su empresa privada. "El gasto principal es la televisión, porque es fundamental para el partido político", señaló el regidor tras presumir de que la formación no tiene sede ni material porque se utiliza el de otra de sus empresas.
Más allá de salirse por las ramas sobre la cuestión económica, Jácome tiró de victimismo para referirse a la situación de aislamiento que vive en la Alcaldía, sin más apoyos que el de un concejal. "Jamás pensé que me vería en una situación así, una de las traiciones más épicas de la historia de la política municipal española", dijo Jácome, que se definió como "una persona tremendamente leal que no ha fallado", erigiéndose también en un adalid de la lucha contra la corrupción, mencionando PXOM, concesiones o el ahorro del Concello.
"Soy una persona tremendamente incómoda, ¿creen que la gente espúrea de la ciudad va a quedarse quieta de que una persona honesta administre 1.000 millones? Hay indicios de mordidas que estoy frenando yo", llegó a decir el alcalde ourensano sin aportar pruebas.
Por todo ello, Jácome aseguró ser la víctima de "una trama como la copa de un pino", relacionando su silencio de las últimas semanas con la "lealtad" a un PP al que acusó de "importarle un bledo la gobernabilidad de Ourense al amarrar la Diputación", insinuando que el exportavoz de DO, Miguel Caride, "es el peligro de todo esto", definiéndolo como "el Tejero del golpe de estado, aunque hay que ver aún quién está detrás".
Jácome cerró su intervención indicando que "lo que no puedo hacer es ceder al chantaje de los traidores, que sería el colmo que gansen esta partida". Sobre el futuro del pacto PP-DO en la Diputación, el alcalde lo dio por roto y aseguró que "no apoyaremos los presupuestos". Los diputados son Armando Ojea y Miguel Caride.
“No hay nada del tema judicial, estoy tranquilo", señaló el regidor
Pese a estar en marcha una investigación por una denuncia en el juzgado, el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, aseguró "estar tranquilo por ese tema, del que no hay nada", aunque apenas quiso profundizar en la pregunta realizada, mostrándose esquivo una vez que concluyó el discurso que tenía preparado y amenazando en varias ocasiones con dar por finalizada la rueda de prensa, en la que los periodistas no pudieron estar de forma presencial por el protocolo de medidas contra el coronavirus.
Sobre si la compleja situación de gobernabilidad en la ciudad de As Burgas pudiese derivar en una intervención del Concello, el regidor lo descartó, valorando a su city manager como "una persona vital" para el día a día de la administración y negando "ser un pato cojo" por la situación en la que queda en el gobierno, con un solo concejal apoyándolo.
