La Audiencia de Ourense juzgó ayer a Francisco Javier Bóveda, a quien el fiscal imputó un delito de tráfico de drogas al serle incautada por los agentes una bolsa que contenía 21,064 gramos de cocaína.
Ocurrió el 12 de febrero del 2009. Entonces, sobre las 19 horas, el acusado circulaba con un turismo por O Barco cuando una patrulla le dio el alto. En un registro que le efectuaron los agentes, según la acusación pública, le encontraron, entre su ropa, la citada bolsa con droga y una suma de dinero que, según el propio acusado, ascendía a 860 euros.
El encausado, a preguntas del fiscal, reconoció ayer portar tal cantidad de cocaína 'en un calcetín' pero alegó que 'la había adquirido para consumo propio, no para vender', como sotenía el fiscal. Afirmó que, a pesar de ser Vilaxoán, Pontevedra, estaba en O Barco 'por unos amigos'. Con respecto al dinero, apuntó que 'le había pedido 1.000 euros a su hermana para reparar su coche, que estaba en el taller' y que 'con parte de ese dinero, compró la droga'.
Precisamente, uno de los agentes que testificó ayer, explicó que varios agentes se desplazaron al taller en el que estaba su supuesto coche, ya que el turismo con el que circulaba el día de los hechos, no era de su propiedad. En el registro efectuado al vehículo del imputado, en el taller, 'no hallamos nada', dijo el agente. Este mismo, explicó, además, que en el control en el que fue interceptado, detuvieron el coche 'porque era un vehículo conducido habitualmente por personas vinculadas al tráfico de drogas'. En la vista de ayer, declaró también la hermana del procesado, que reconoció haberle dejado el dinero 'para la reparación, en billetes pequeños'.
El fiscal, reclamó para el encausado cinco años de cárcel y una multa de 2.500 euros al entender acreditada la posesión de droga y varios indicios sobre su posible venta. Entiende que, el acusado, pese a ser de Pontevedra, alegó 'estar en la zona por amigos pero que nunca los identificó' y que 'la cantidad de droga incautada, excede la dosis de consumo propio y la de acopio'. El acusado, dijo,no obstante, que en el momento de los hechos consumía unos 3 ó4 gramos diarios, cantidad que el fiscal considera 'excesiva'. La defensa pidió su libre absolución.
El encausado, a preguntas del fiscal, reconoció ayer portar tal cantidad de cocaína 'en un calcetín' pero alegó que 'la había adquirido para consumo propio, no para vender', como sotenía el fiscal. Afirmó que, a pesar de ser Vilaxoán, Pontevedra, estaba en O Barco 'por unos amigos'. Con respecto al dinero, apuntó que 'le había pedido 1.000 euros a su hermana para reparar su coche, que estaba en el taller' y que 'con parte de ese dinero, compró la droga'.
Precisamente, uno de los agentes que testificó ayer, explicó que varios agentes se desplazaron al taller en el que estaba su supuesto coche, ya que el turismo con el que circulaba el día de los hechos, no era de su propiedad. En el registro efectuado al vehículo del imputado, en el taller, 'no hallamos nada', dijo el agente. Este mismo, explicó, además, que en el control en el que fue interceptado, detuvieron el coche 'porque era un vehículo conducido habitualmente por personas vinculadas al tráfico de drogas'. En la vista de ayer, declaró también la hermana del procesado, que reconoció haberle dejado el dinero 'para la reparación, en billetes pequeños'.
El fiscal, reclamó para el encausado cinco años de cárcel y una multa de 2.500 euros al entender acreditada la posesión de droga y varios indicios sobre su posible venta. Entiende que, el acusado, pese a ser de Pontevedra, alegó 'estar en la zona por amigos pero que nunca los identificó' y que 'la cantidad de droga incautada, excede la dosis de consumo propio y la de acopio'. El acusado, dijo,no obstante, que en el momento de los hechos consumía unos 3 ó4 gramos diarios, cantidad que el fiscal considera 'excesiva'. La defensa pidió su libre absolución.
