Antonio Sanchez Puch (45 años), detenido el pasado sábado en el barrio de Covadonga como presunto autor del robo de carteras en edificios públicos de la ciudad, quedó ayer en libertad con cargos tras prestar declaración en el Juzgado de Instrucción número 2 de Ourense.
El arrestado se negó a declarar en la Comisaría provincial, donde tampoco dio explicaciones sobre el dinero, teléfonos móviles y tarjetas de crédito que los agentes le intervinieron en una bolsa de plástico y un maletín que llevaba consigo en el momento de ser detenido. Ayer, en el citado juzgado reconoció haber robado alguna cartera en el Pazo de Xustiza, alegando, según fuentes policiales, que precisaba el dinero para marcharse a Madrid (es donde tiene el domicilio), dado que carecía de trabajo y un familiar lo había dejado 'tirado' en la ciudad.
Los agentes le imputan un delito de hurto por apoderarse de las cateras de trabajadores del Pazo de Xustiza, Consellería de Traballo, Diputación, Estación de Renfe Ourense-Empalme, Campus Universitario y los sindicatos CIG y CC.OO., pero Antonio Sánchez, negó ayer que estuviera en todos esos lugares. Durante su declaración, los agentes pusieron sobre la mesa todos los documentos y tarjetas de crédito que llevaba en el maletín, que las víctimas de los robos ya reconocieron como suyas, pero el detenido aseguró que el maletín y la bolsa no era de su propiedad, sino que era de un amigo que se la había dejado y lo estaba buscando para entregárselos.
Antonio Sánchez llegó sobre las once de la mañana al Pazo de Xustiza esposado y custodiado por dos policías. Su declaración duró poco más de una hora, tras la que quedó en libertad con cargos con la condición de personarse en las dependencias judiciales cada 15 días.
Los agentes le imputan un delito de hurto por apoderarse de las cateras de trabajadores del Pazo de Xustiza, Consellería de Traballo, Diputación, Estación de Renfe Ourense-Empalme, Campus Universitario y los sindicatos CIG y CC.OO., pero Antonio Sánchez, negó ayer que estuviera en todos esos lugares. Durante su declaración, los agentes pusieron sobre la mesa todos los documentos y tarjetas de crédito que llevaba en el maletín, que las víctimas de los robos ya reconocieron como suyas, pero el detenido aseguró que el maletín y la bolsa no era de su propiedad, sino que era de un amigo que se la había dejado y lo estaba buscando para entregárselos.
Antonio Sánchez llegó sobre las once de la mañana al Pazo de Xustiza esposado y custodiado por dos policías. Su declaración duró poco más de una hora, tras la que quedó en libertad con cargos con la condición de personarse en las dependencias judiciales cada 15 días.
