Un Alvia averiado atasca el cambiador de Taboadela

Los trenes entre la comunidad gallega y Madrid quedaron bloqueados durante más de dos horas

El Alvia 4064 entre Ferrol y Madrid, que salió ayer de la ciudad departamental a las 7:20, sufrió una avería durante su paso por el cambiador de anchos de Taboadela, alrededor de las diez de la mañana, que lo mantuvo más de dos horas detenido en dicha instalación técnica. Como consecuencia de ello, todos los Alvia que tenían que pasar por el cambiador durante ese tiempo sufrieron retrasos al quedar bloqueados, dos en la estación de Ourense, con destino a Madrid, y uno a las puertas del cambiador, procedente de Madrid y con destino a Ferrol.

La avería se produjo en el punto más crítico de la línea gallega de alta velocidad, ya que durante el tiempo que el tren permaneció dentro del cambiador, dejó dicha instalación inhabilitada para el paso de otros trenes. El tren Ferrol-Madrid fue finalmente retirado del cambiador y consiguió retroceder hasta la estación de Ourense, con todos sus viajeros, que hicieron transbordo al Alvia 4114 Lugo-Madrid, que había salido de Monforte (el tramo Monforte Lugo está cerrado por obras y los usuarios realizan esos 75 kilómetros en autocar), a las 12:11, llegando a Madrid con algo más de tres horas de retraso.

En el camino, también sufrió un retraso de más de una hora el Alvia 4254 Vigo-Madrid, que llegó a la estación de Ourense poco antes de las once de la mañana y tuvo que esperar hora y media a que el cambiador quedase expedito para poder hacer la transición de la vía de ancho ibérico a las de alta velocidad en Taboadela.

En sentido contrario, el único tren que sufrió las consecuencias del atasco en el cambiador de Taboadela fue el Alvia 4095 Madrid-Ferrol, que había salido de la capital de España a las 8 de la mañana y tenía que haber pasado por el cambiador poco antes de las diez y media de la mañana, pero no lo hizo hasta después de mediodía.

El retraso afectó a más de medio millar de viajeros, algunos de los cuales tenían previstos enlaces desde la estación de Chamartín con otros trenes de alta velocidad, previo transbordo a la estación de Atocha, que  tuvieron que aplazar al tren siguiente o utilizar medios alternativos para llegar a destino, ya que Renfe garantiza la llegada al final de viaje en aquellos billetes integrados con transbordo que se ven afectados por este tipo de incidencias.  

Un punto crítico para el que Renfe no tiene plan B

 

El cambiador de Taboadela es el punto más vulnerable de toda la línea gallega de alta velocidad. Todos los días pasan por él dieciséis trenes, ocho por sentido y una avería o un incidente como el ocurrido ayer, lo deja fuera de servicio. No es el primer cambiador que sufre algún problema. Pero sí el que más circulaciones soporta. La avería del Alvia que lo dejó inactivo durante más de dos horas y media, afectando a los viajeros de cuatro trenes, evidencia la falta de un plan B frente a este tipo de contingencias. Tan sencillo como tener un tren de reserva en una de las vías de ancho estándar que finalizan en la estación de Ourense. Eso habría permitido que los retrasos para los viajeros se hubiesen minimizado. Siempre es mejor un transbordo a otro tren, que dos horas de espera. Hay plan C: utilizar la línea vieja de Zamora hasta Pedralba, porque el cambiador de allí todavía está en activo. Incluso plan D, que sería contratar autocares. Pero el B, disponer de material rodante alternativo, no lo ha contemplado Renfe para Galicia.

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