SUCESOS

Aparece un hombre muerto en la piscina de As Burgas

El fallecido, de 44 años, entró en el recinto poco antes de su apertura, tras ser atendido en Urgencias 

El hallazgo de un cadáver, el del vecino de la ciudad Francisco G.G., de 44 años de edad, en la piscina termal de As Burgas impactó en la ciudad por ser él una persona conocida para muchos ciudadanos y tratarse de un entorno muy concurrido, que además está en el corazón de las emblemáticas fuentes. El suceso obligó al Concello a cerrar dos días las instalaciones.

El encargado del mantenimiento de la instalación, Francisco Sotelo, fue el que se percató, sobre las 07,20 horas, de la presencia del cadáver en el vaso de la piscina cuando se disponía a realizar las labores de mantenimiento para abrirla al público. El técnico llegó a las 07,00 horas y no se percató de nada extraño. De hecho, antes de iniciar su tarea se fue a tomar un café a un bar cercano y después recordaba que en el trayecto se encontró con un hombre vestido con una cazadora de cuero, algo que le extrañó por ser verano. "Al regresar, observé la cazadora en el suelo y pronto vi el cadáver en la piscina", aseguró, lo que indica, asimismo, que el cuerpo de Francisco G.G. estuvo muy poco tiempo en el agua.

Acto seguido alertó a la Policía Nacional, que acudió de inmediato al lugar y retiró el cuerpo del agua, que no presentaba signos de violencia, sólo un pequeño rasguño en un brazo. Al lugar también se desplazaron las autoridades judiciales, que ordenaron el levantamiento del cadáver y su traslado al Complexo Hospitalario con el objetivo de realizar la autopsia.

Un equipo de la Policía Científica inspeccionó toda la zona y los agentes trabajaban con la hipótesis de que el óbito pudo producirse a causa de una bajada de tensión o un infarto.

Francisco G.G. vivía desde hace más de cuatro años en la calle y de madrugada acudió al Servicio de Urgencias hospitalarias. Era una habitual en las calles del casco viejo de la ciudad, donde alguno de los vecinos intentó prestarle ayuda, "pero no se dejaba. No pedía dinero, era muy extraño", recuerda un conocido suyo, conmocionado ayer por su muerte en la piscina.

Hasta caer en la indigencia, trabajó en la construcción y llegó a formalizar una relación sentimental con una mujer, con la que llegó a tener una hija, "que lleva sin ver varios años", añadió este conocido. El fallecido tenía problemas con el alcohol, lo que le reportó verse envuelto en altercados que le llevaron a los calabozos de la Comisaría.

El Concello decidió cerrar la piscina durante los próximos dos días, ayer y hoy, jueves, para realizar trabajos de mantenimiento, vaciar todo el agua y limpiar todo el recinto.

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