El negocio desaparecerá en noviembre con la jubilación del propietario tras 61 años abierto al público

El Arca de Noé de los zapatos echa el cierre

Exterior de la histórica zapatería, en la calle Progreso. (Foto: José Paz)
En la calle Progreso, frente al Pazo de Xustiza, hay un Arca de Noé, pero está llena de zapatos. El negocio, con 61 años a sus espaldas, cierra en noviembre con la jubilación de su propietario, José González. La tienda guarda en sus estanterías, que jalonan un largo pasillo de 22 metros, más de 3.000 pares de zapatos, algunos de ellos, modelos de los años 40, arracimados en torno a cajas con difícil orden. Pero en ese aparente caos, su dueño sabe perfectamente dónde buscar.
Sesenta y un años abierta al público; 22 metros de largo por 2,10 de ancho y más de 3.000 pares de zapatos, botas y zapatillas de señora, caballero y niño -muchos de ellos modelos de los años cuarenta- son algunas de las señas de identidad de la zapatería el Arca de Noé, situada en la calle Progreso, frente al Pazo de Xustiza. El próximo mes de noviembre cerrará sus puertas definitivamente porque su dueño, José González, se jubila.

La historia del local comienza con José González padre en 1947, quien monta una frutería con el nombre de una tienda que había visto en Madrid. Después la convertiría en bazar-juguetería y más tarde en la zapatería que es hoy. José hijo se hizo cargo de la tienda después de recorrer Galicia cantando con las orquestas Los Arquinos, Los Celtas y Los Platinos, con su hermano el popular Tony Pérez, con el que también regentaba el bar con el mismo nombre que la zapatería.

Durante 25 años siguió acumulando zapatos y ordenándolos en el alargado espacio de su tienda, que hoy llama la atención de clientes y curiosos por su difícil orden. En ese aparente caos, José sabe donde están las marcas más antiguas: La Cadena y Segarra, y con precisión encuentra lo que sus clientes, muchos de ellos jóvenes, le piden, sin casi dudar y si alte rarse por la búsqueda que tenga que realizar.

Cuando esta curiosa tienda cierre, los 3.000 pares que contiene más otros tantos que José guarda en un almacén, serán adquiridos por un vendedor ambulante que los ‘repartirᒠpor toda España.

Adiós al Arca de Noé.


Te puede interesar