Los costes de explotación del sector de transporte de mercancías han crecido un 11,8% entre 2008 y 2012, mientras las tarifas que percibe el sector por su trabajo se han estancado, según refleja un informe elaborado por la Asociación de Transporte de Mercancías por Carretera de Ourense (Apetamcor).
En concreto, el gasto medio anual de un trailer estaba situado en 121.975 euros en 2008, de los que el 35% se correspondían a combustible. En 2012, el coste se ha incrementado a 136.412 euros, de los que el carburante alcanza casi el 39%. De hecho, es el gasóleo lo que más ha subido, aunque en el sector también les preocupan otros incrementos, como los que han registrado los peajes. 'A empresa de transporte soporta un incremento superior ós 14.000 euros nos custos de actividade de cada vehículo', señala Alberto Vila, gerente de Apetamcor.
No obstante, las tarifas que perciben de las empresas para las que trabajan se han estancado desde 2007, sin que los profesionales puedan repercutir el mencionado incremento, 'o que fai que ó transportista non lle quede marxe', señala Vila.
Junto a esta cuestión, la morosidad constituye otra de las principales preocupaciones del sector. Según el estudio realizado sobre los plazos medios de pago, los transportistas tardan en cobrar una media de 91 días. Además, el 67% de sus clientes incumplen los plazos que están establecidos en la actual Ley de Morosidad que, por otra parte, tampoco establece medidas sancionadoras en caso de retraso en los pagos. 'Nun sector cuns custos operativos tan altos e uns prezos tan axustados, unha morosidade tan elevada é unha lousa difícil de soportar', manifiesta Vila, circunstancia que pone a las empresas 'ó límite da súa resistencia'.
En este sentido, uno de los colectivos que sufre más demora es el de transportistas que trabajan para el sector de la construcción, puesto que si las contratistas de obras cobran de la administración a 180 días, las subcontratas no lo hacen hasta transcurridos 220 o 240 días. El problema no está solo en el retraso con que cobran, sino que se agrava en los casos de impago, ya que, cuando aflora un problema, los transportistas acumulan ya siete u ocho meses de facturación, y las cuantías pueden ser muy importantes.
QUIEBRAS
Desde los servicios jurídicos de Apetamcor están llevando casos también de 'transportistas que son víctimas de suspensións de actividade e, en concreto, de empresas que quebran pero logo abren noutro lado con outro nome', según indica Vila, si bien las reclamaciones ante una situación de este tipo conlleva procesos judiciales largos en los que demostrar la vinculación entre las empresas es complejo y en los que las posibilidades de que los afectados logren su dinero son escasas.
De hecho, desde Apetamcor tramitan reclamaciones de media docena de transportistas, que intentan recuperar deudas que oscilan entre los 15.000 o los 20.000 euros. No obstante, son muchos más los procedimientos que siguen, de cuantías menores, por impagos de empresas de toda España.
No obstante, las tarifas que perciben de las empresas para las que trabajan se han estancado desde 2007, sin que los profesionales puedan repercutir el mencionado incremento, 'o que fai que ó transportista non lle quede marxe', señala Vila.
Junto a esta cuestión, la morosidad constituye otra de las principales preocupaciones del sector. Según el estudio realizado sobre los plazos medios de pago, los transportistas tardan en cobrar una media de 91 días. Además, el 67% de sus clientes incumplen los plazos que están establecidos en la actual Ley de Morosidad que, por otra parte, tampoco establece medidas sancionadoras en caso de retraso en los pagos. 'Nun sector cuns custos operativos tan altos e uns prezos tan axustados, unha morosidade tan elevada é unha lousa difícil de soportar', manifiesta Vila, circunstancia que pone a las empresas 'ó límite da súa resistencia'.
En este sentido, uno de los colectivos que sufre más demora es el de transportistas que trabajan para el sector de la construcción, puesto que si las contratistas de obras cobran de la administración a 180 días, las subcontratas no lo hacen hasta transcurridos 220 o 240 días. El problema no está solo en el retraso con que cobran, sino que se agrava en los casos de impago, ya que, cuando aflora un problema, los transportistas acumulan ya siete u ocho meses de facturación, y las cuantías pueden ser muy importantes.
QUIEBRAS
Desde los servicios jurídicos de Apetamcor están llevando casos también de 'transportistas que son víctimas de suspensións de actividade e, en concreto, de empresas que quebran pero logo abren noutro lado con outro nome', según indica Vila, si bien las reclamaciones ante una situación de este tipo conlleva procesos judiciales largos en los que demostrar la vinculación entre las empresas es complejo y en los que las posibilidades de que los afectados logren su dinero son escasas.
De hecho, desde Apetamcor tramitan reclamaciones de media docena de transportistas, que intentan recuperar deudas que oscilan entre los 15.000 o los 20.000 euros. No obstante, son muchos más los procedimientos que siguen, de cuantías menores, por impagos de empresas de toda España.
