Áurea Soto tiene en sus manos el peor marrón, una crisis aguda de la que, dice, el gobierno local sacará grandes oportunidades.
Con el PXOM en estas condiciones ¿qué mensaje se puede transmitir? Hay que hablar desde la seriedad y mantener una situación de tranquilidad. Estamos trabajando juntos la Xunta y el Concello y aseguramos que esta situación no puede volver a repetirse. La crisis, claro, era inevitable pero de esas situaciones salen las grandes oportunidades y ésta nos permite reconducir las cosas.
¿Como en el caso de la Finca Santamarina? Lo que queremos ahí es recuperar algo de lo que la ciudad perdió con su venta, que se reconduzca la situación. No pedimos nada para nosotros, sólo nos guía el interés público y vamos a intentar solucionarlo porque la confusión entre lo público y lo privado fue descomunal.
Plantea la redacción de un nuevo Plan, pero ¿cuál será su alcance? No podemos partir de cero, sino de menos cero pues esa es la herencia que nos dejaron. Lo que esté realizado y avanzado se incorporará al nuevo planeamiento. Los proyectos con licencias serán recogidos por el nuevo Plan o por las fórmulas transitorias que pondremos en marcha. Todo bajo la tutela de la Xunta. He de decir que el Plan actual, aunque fue anulado, está todavía vigente porque no hay sentencia firme.
¿Cuáles son sus planes inmediatos de trabajo? Trabajamos paralelamente con varias hipótesis: la revisión del Plan, prever que se anule definitivamente en 12 meses y la necesidad de mantener activada la disponibilidad de suelo para dotaciones. Y en esta transición queremos la colaboración de todos los cuerpos e instituciones sociales. Pero lo más importante es que lo que salga lo haga firme, blindado, sin opción a demandas.
¿Cómo ha de ser la actuación del PP, que aprobó ese Plan? Tiene que decir que no volverá a hacer algo así si quiere volver a gobernar algún día en la ciudad. Y debe pedir disculpas. Pero también hay alguien que no nos ha acompañado cuando advertimos de la situación; no quiero decir nombres, pero hemos estado muy solos.
¿Por qué no ponen la irregularidades detectadas en manos de la Fiscalía? Cada institución debe hacer lo que le corresponde. Nosotros tenemos que gobernar, el tiempo de denuncia ya lo cumplimos, y otros deben investigar, incluso de oficio. Si renuncian a eso, lo hacen a parte de sus obligaciones.
¿Como en el caso de la Finca Santamarina? Lo que queremos ahí es recuperar algo de lo que la ciudad perdió con su venta, que se reconduzca la situación. No pedimos nada para nosotros, sólo nos guía el interés público y vamos a intentar solucionarlo porque la confusión entre lo público y lo privado fue descomunal.
Plantea la redacción de un nuevo Plan, pero ¿cuál será su alcance? No podemos partir de cero, sino de menos cero pues esa es la herencia que nos dejaron. Lo que esté realizado y avanzado se incorporará al nuevo planeamiento. Los proyectos con licencias serán recogidos por el nuevo Plan o por las fórmulas transitorias que pondremos en marcha. Todo bajo la tutela de la Xunta. He de decir que el Plan actual, aunque fue anulado, está todavía vigente porque no hay sentencia firme.
¿Cuáles son sus planes inmediatos de trabajo? Trabajamos paralelamente con varias hipótesis: la revisión del Plan, prever que se anule definitivamente en 12 meses y la necesidad de mantener activada la disponibilidad de suelo para dotaciones. Y en esta transición queremos la colaboración de todos los cuerpos e instituciones sociales. Pero lo más importante es que lo que salga lo haga firme, blindado, sin opción a demandas.
¿Cómo ha de ser la actuación del PP, que aprobó ese Plan? Tiene que decir que no volverá a hacer algo así si quiere volver a gobernar algún día en la ciudad. Y debe pedir disculpas. Pero también hay alguien que no nos ha acompañado cuando advertimos de la situación; no quiero decir nombres, pero hemos estado muy solos.
¿Por qué no ponen la irregularidades detectadas en manos de la Fiscalía? Cada institución debe hacer lo que le corresponde. Nosotros tenemos que gobernar, el tiempo de denuncia ya lo cumplimos, y otros deben investigar, incluso de oficio. Si renuncian a eso, lo hacen a parte de sus obligaciones.
