El mal tiempo redujo el número de asistentes y entorpeció los actos religiosos de la mañana

Batalla de moros y cristianos bajo la lluvia, en A Saínza

Los soldados de ambos bandos en plena contienda. Al final, vencieron las huestes cristianas. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
Moros y cristianos volvieron a pelear en el campo de A Saínza (Rairiz de Veiga) pero en esta ocasión la 'cruel' batalla fue seguida por escaso público, algo inusual dado que la escenificación suele abarrotar de personas la localidad. La culpa fue del viento y la lluvia, que incluso obligó a la organización a cubrir con un plástico la imagen de la Virgen de la Merced durante el traslado de la iglesia parroquial hasta el campo de la fiesta, donde, según la tradición, las huestes de don Pelayo le brindan la victoria.
Pese al escaso público, el alcalde, Xaquín Rodríguez, se mostraba satisfecho con el desarrollo de la jornada en la que no se produjo ningún incidente. 'A choiva tamén é necesaria para o campo. Provocou que non viñera moita xente, pero non podemos facer nada', apuntó el regidor.

La batalla comenzó a las doce del mediodía, nada más llegar la imagen de la Virgen de la Merced al campo de batalla. Como viene siendo habitual, las huestes cristianas expulsaron a los soldados moros de la fortaleza, que habían conquistado la noche anterior. El enfrentamiento duró más de media hora durante la que cuatro cañones descargaban cohetes de pirotecnia, simulando ser balas. La lluvia no cesaba, lo que obligó al escaso público asistente a refugiarse bajo los paraguas o seguir la contienda desde una carpa que instaló el Concello; o incluso desde las numerosas tiendas de acampada en los últimos cuatro días. La fiesta se prolongó por la tarde y la noche, con una verbena.

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