Los alcaldes de San Cibrao, Toén, Barbadás, Vilamarín, A Peroxa, Pereiro de Aguiar y Ourense, así como las recientes incorporaciones de Paderne, Taboadela y Allariz, acordaron ayer el estudio de un protocolo para poner en marcha el transporte metropolitano en Ourense, que será rubricado la próxima semana. El teniente de alcalde ourensano, Alexandre Sánchez Vidal, cifró en 160.000 personas las beneficiarias de este nuevo servicio que entrará en funcionamiento tras el visto bueno de la Dirección Xeral de Transportes.
El salón de plenos del Concello de Ourense sirvió ayer de escenario para una reunión entre los alcaldes de los municipios limítrofes con la ciudad y los responsables ourensanos en materia de infraestructuras y movilidad, los nacionalistas Alexandre Sánchez Vidal y Andrés García Mata.
El motivo no fue otro que sentar las bases para la puesta en marcha de un sistema de transporte metropolitano público y común que abarate costes para las respectivas administraciones locales y los propios usuarios, agilizando así el servicio, mejorando las frecuencias, incrementando las rutas, disminuyendo los problemas de tráfico y reduciendo la emisión de gases contaminantes.
Por todo ello, el teniente de alcalde de Ourense presentó un protocolo a los regidores implicados que será rubricado dentro de una semana, una vez que sea revisado e incorpore las sugerencias de los municipios.
En el encuentro estuvieron presentes los alcaldes de Nogueira de Ramuín, San Cibrao das Viñas, Toén, Barbadás, Vilamarín, A Peroxa, Paderne de Allariz, Taboadela y Allariz (estos tres últimos, de reciente incorporación, ya que no se encontraban incluidos en el inicio de las negociaciones, hace unos diez años), si bien el regidor de Pereiro de Aguiar disculpó su ausencia y comunicó al BNG su acuerdo con el planteamiento expuesto ayer. Los de Coles y Amoeiro no acudieron ni excusaron su ausencia.
El protocolo, que recoge cinco puntos, se centra en la mejora de la accesibilidad de la red interurbana mediante el establecimiento de una red de intercambiadores (entre cuatro o seis, dis tribuidos en los barrios de la ciudad), así como la determinación de nuevos itinerarios de penetración en Ourense, con rutas más completas en los municipios limítrofes.
Billete único
El protocolo recoge también el establecimiento de un billete único combinado (Sánchez Vidal adelantó que el precio para pensionistas podría contar con una subvención de la Xunta de 0,25 euros). En este sentido, el BNG ourensano se compro metió con los alcaldes de los municipios implicados a solicitar una reunión con la Dirección Xeral de Transportes, dependiente de la Consellería de Política Territorial. Previamente, en el protocolo tamén se incluye la creación de una comisión de seguimiento que evalúe el modelo de transporte mancomunado, cuya composición está pendiente de determinar, aunque bien es cierto que se ratificó que el intercambiador de la Alameda no será utilizado (como sí exigía el anterior grupo de gobierno del PP) para este fin, por ser perjudicial para el tráfico.
Por último, los asistentes al encuentro que se desarrolló ayer en el salón de plenos del Concello de Ourense destacaron el clima de entendimiento y al acercamiento de posturas ante un problema que es muy costoso para los concellos y que podría dar servicio a más de 160.000 habitantes. De hecho, este acuerdo precede al que anteriormente tomaron las empresas de transporte de viajeros por carretera, que se mostraron conformes con la propuesta del Concello de Ourense.
El motivo no fue otro que sentar las bases para la puesta en marcha de un sistema de transporte metropolitano público y común que abarate costes para las respectivas administraciones locales y los propios usuarios, agilizando así el servicio, mejorando las frecuencias, incrementando las rutas, disminuyendo los problemas de tráfico y reduciendo la emisión de gases contaminantes.
Por todo ello, el teniente de alcalde de Ourense presentó un protocolo a los regidores implicados que será rubricado dentro de una semana, una vez que sea revisado e incorpore las sugerencias de los municipios.
En el encuentro estuvieron presentes los alcaldes de Nogueira de Ramuín, San Cibrao das Viñas, Toén, Barbadás, Vilamarín, A Peroxa, Paderne de Allariz, Taboadela y Allariz (estos tres últimos, de reciente incorporación, ya que no se encontraban incluidos en el inicio de las negociaciones, hace unos diez años), si bien el regidor de Pereiro de Aguiar disculpó su ausencia y comunicó al BNG su acuerdo con el planteamiento expuesto ayer. Los de Coles y Amoeiro no acudieron ni excusaron su ausencia.
El protocolo, que recoge cinco puntos, se centra en la mejora de la accesibilidad de la red interurbana mediante el establecimiento de una red de intercambiadores (entre cuatro o seis, dis tribuidos en los barrios de la ciudad), así como la determinación de nuevos itinerarios de penetración en Ourense, con rutas más completas en los municipios limítrofes.
Billete único
El protocolo recoge también el establecimiento de un billete único combinado (Sánchez Vidal adelantó que el precio para pensionistas podría contar con una subvención de la Xunta de 0,25 euros). En este sentido, el BNG ourensano se compro metió con los alcaldes de los municipios implicados a solicitar una reunión con la Dirección Xeral de Transportes, dependiente de la Consellería de Política Territorial. Previamente, en el protocolo tamén se incluye la creación de una comisión de seguimiento que evalúe el modelo de transporte mancomunado, cuya composición está pendiente de determinar, aunque bien es cierto que se ratificó que el intercambiador de la Alameda no será utilizado (como sí exigía el anterior grupo de gobierno del PP) para este fin, por ser perjudicial para el tráfico.
Por último, los asistentes al encuentro que se desarrolló ayer en el salón de plenos del Concello de Ourense destacaron el clima de entendimiento y al acercamiento de posturas ante un problema que es muy costoso para los concellos y que podría dar servicio a más de 160.000 habitantes. De hecho, este acuerdo precede al que anteriormente tomaron las empresas de transporte de viajeros por carretera, que se mostraron conformes con la propuesta del Concello de Ourense.
