La provincia de Ourense sigue sufriendo una fuga de mano de obra y el año pasado perdió 847 trabajadores en favor de otras provincias españolas, por lo que cada día ve cómo se van a otros lugares del país más de dos personas en busca de nuevas oportunidades laborales. Estas cifras, que acaba de presentar el Ministerio de Hacienda en su estadística sobre movilidad laboral 2021-2022, que compara los datos del año pasado con los del ejercicio inmediatamente anterior, ponen de relieve de nuevo uno de los problemas que afronta Ourense, al ser una provincia incapaz de competir con otras en materia laboral.
Según estas cifras, en 2022 se fueron 2.075 trabajadores ourensanos a empresas de otras provincias al no existir aquí unas oportunidades laborales que puedan rivalizar con grandes territorios, mientras que hicieron el camino inverso tan solo 1.228 personas de otras provincias.
En Ourense se ceden trabajadores a otras partes de España, pero, sin embargo, provincia también pierde en este sentido en el interior de la comunidad autónoma gallega, ya que presenta saldo migratorio negativo con las otras provincias salvo con Lugo. Así, de los 2.075 trabajadores que se marcharon de la provincia, un total de 1.329 lo hicieron a la misma comunidad autónoma y 746 se fueron a otra provincia de España.
En el lado contrario, de los 1.228 trabajadores que recalaron en empresas ourensanas, 747 venían de otras partes de Galicia y solo 481 de alguna otra comunidad. Así, el saldo es de -582 con Galicia y de -265 con el resto de España.
Sin embargo, los datos reflejan que a finales de 2022 había más asalariados que a finales de 2021 en Ourense, gracias al aumento de población activa durante el ejercicio pasado, fundamentalmente por el bum de población inmigrante. Es decir, en esta estadística de Hacienda solo se refleja el saldo con otras provincias, pero no recoge a la población llegada de otros países.
Los salarios y la mayor variedad de ofertas laborales están detrás de esta pérdida de masa laboral oriunda. Según la estadística de Hacienda, aquellos que se fueron en 2022 lo hicieron para ganar de media 3.000 euros más al año que si se hubieran quedado en Ourense y, segundo, en los salarios.
El salario medio anual de los más de 92.000 trabajadores que se quedaron en la provincia aumentó en 1.607 euros al año en 2022 en comparación con 2021 (pasaron de un sueldo de 20.756 a 22.363), pero aquellos que decidieron hacer las maletas lograron ganar ese mismo año una media de 25.099 euros, es decir, 2.736 euros más que si se hubiesen quedado en la provincia.
Por otra parte, Ourense importa a trabajadores con sueldos mucho más bajos de los que se cobran aquí. Así, aquellos que llegaron de otras provincias en 2022 cobraron 21.436 euros de media (927 euros menos que los que ya estaban aquí), pero venían de cobrar sueldos inferiores (19.058 euros en 2021 en la provincia de procedencia).
Dentro de Galicia, Ourense solo le gana el pulso a Lugo
Analizando los destinos a los que se marchan los ourensanos que deciden emigrar en busca de nuevas oportunidades laborales, de las más de 2.000 personas que se fueron, la palma se la lleva, y hablando a nivel autonómico, A Coruña. La provincia atlántica es la que más mano de obra ourensana recibe. Allí se movieron 690 ourensanos para trabajar en 2022, seguida por Pontevedra, destino elegido por otros 534. A continuación, otros 257 hicieron las maletas para instalarse en Madrid, otros 105 se desplazaron a Lugo y 103 tuvieron movilidad laboral a Barcelona. Después, 59 se fueron a las Canarias y 40 a la provincia de León y 39 a Valencia.
Flujos
Una vez comparadas entradas y salidas, no con todas las provincias los flujos son negativos. Con A Coruña y Pontevedra, sí, y con diferencia, pero con Lugo, no. Sí es claramente negativo el balance con Madrid y Barcelona, con los que hay mucha diferencia entre los que se van y los que llegan.
