Los trabajadores con menos de 25 años de Ourense crecen un 27% desde el covid

El empleo juvenil es una de las principales preocupaciones de todas las administraciones públicas con competencias en esta materia. Dotar a los jóvenes de puestos de trabajo en la zona donde residen es vital para la supervivencia de las zonas rurales, a las que les es cada día más complicado retener el talento nacido en sus tierras. Lo cierto es que en Ourense se ha producido un bum de empleo joven después de la pandemia, según reflejan los datos ofrecidos por el Ministerio de Seguridad Social y Migraciones. Los afiliados menores de 25 años se han disparado un 27,3% desde diciembre de 2019. En aquel momento, eran 3.911 los trabajadores menores de 25; hoy son casi 5.000. Eso sí, pese al notable incremento de afiliados, todavía son un porcentaje muy pequeño en el conjunto de la provincia, pues suponen menos del 5% del total de trabajadores ourensanos. Pero estas cifras no quieren decir que el mercado de trabajo se esté rejuveneciendo, es más, podría decirse incluso que cada vez es mayor la edad media del trabajador en la provincia. Esta afirmación se basa en que los grupos de edad de 25-29, 30-34, 35-39 y 40-44 han perdido trabajadores respecto a antes de la pandemia; mientras que los grupos de 45-49, 50-54, 55-59 y mayores de sesenta años los han ganado. Precisamente, este último grupo es, tras los menores de 25, el que más ha crecido: lo ha hecho en más de 2.000 afiliados desde diciembre de 2019. La provincia perdió casi 800 empresas desde 2019 Si en materia de empleo Ourense no solo se ha recuperado a niveles previos a la pandemia sino que los ha superado, no se puede decir lo mismo en materia empresarial. La provincia ha perdido en este periodo de cuatro años casi 800 empresas, si bien es cierto que este año es el primero que repunta desde que en 2018 se pasara de 23.291 a 23.166 con las que se cerró el 2019, el último año previo al covid. El Instituto Nacional de Estadística (INE) contabilizaba 22.373 compañías al cierre de 2022, la cifra más baja desde el año 2004, cuando la provincia crecía a pasos agigantados en creación de empresas y previo a las sucesivas crisis económicas desatadas desde la queibra, en septiembre de 2008, del banco Lehman Brothers.