Pablo Neira se labró una carrera en Madrid analizando riesgos en la banca digital. Poco después de finalizar la carrera, escogió la capital del país para crecer y prosperar en un ámbito profesional que es muy específico. “Existe una mayor facilidad a la hora de encontrar trabajo”, opina, aunque matiza que “depende de muchos factores”. La cuenta bancaria se engrosa más fácilmente allí: “Se cobra más”, afirma, aunque tiñe grises este comentario: “El ritmo de vida es más caro. Tendríamos que echar cuentas sobre si tenemos un mayor beneficio. El alquiler es más caro, es más complicado comprar vivienda…”.
Neira no se libra de la morriña. “Me gustaría volver a Ourense. Es algo que tengo en mi mente. Espero que, en algún momento, se pueda cumplir”, observa, y no cree ser el único nostálgico: “A la gente le gustaría. Es tu casa, donde tienes tus amigos, tu familia”. Sin embargo, “el número de oportunidades que tienes en la capital es lo que hace que la gente tenga que salir”.
Eso sí, Neira no se muestra pesimista ante el futuro y ve un potencial aliado para fijar población en el teletrabajo. “Si continúa incrementándose, la gente va a optar por teletrabajar desde su casa aunque consiga un puesto en Madrid; creo que es posible que la gente tienda a salir menos de Ourense y de sus localidades natales”, augura. Por lo menos, tal como explica, pondría en una balanza los pros y contras para quedarse en un sitio u otro. “Es algo que tendría muy en cuenta”, apostilla.
