AMENAZA TERRORISTA

Cachaldora: “Intentan secuestrarnos y así sacar dinero para comprar armas"

photo_camera Luis Cachaldora Gago comparte la comida con algunos de los niños acogidos en la misión.

El misionero del barrio de A Ponte seguirá ayudando a los cameruneses pese al riesgo de ser secuestrado por islamistas. 

El misionero de la Congregación de los Espiritanos Luis Cachaldora Gago, natural del barrio ourensano de A Ponte, sigue firme en su intención de permanecer en la misión que desarrolla junto a su compañero, el pamplonés Juan Antonio Ayanz, en Camerún, a pesar del secuestro sufrido en la madrugada del 4 al 5 de abril por dos sacerdotes italianos y una religiosa canadiense en una misión próxima, por parte del grupo radical islámico Boko-Haram, que perpetra sus actos terroristas habitualmente en la vecina Nigeria, aunque últimamente pasan con asiduidad la frontera "para secuestrar a los blancos y misioneros, y así obtener dinero con el que comprar armas", señaló ayer Cachaldora Gago a La Región.

El misionero ourensano permanece firme en su intención de no abandonar la misión en Camerún, a pesar de que "hoy (por ayer) se produjo un atentado con 70 muertos a escasos kilómetros de la misión y el objetivo del grupo Boko-Haram era poner una bomba en la Catedral de Yaundé" (capital de Camerún), según explicó.

El misionero ourensano reconoce que "el obispo de la diócesis nos ha dicho que nos traslademos por las noches a la sede del Obispado, pero no podemos hacerlo. Nosotros creemos firmemente en Jesucristo y vemos a Jesús, que está en cada una de las personas que atendemos aquí; no podemos dejarlos", y señala como ejemplo: "Hoy vinieron los hijos de una persona de 50 años que atendemos en la misión y que se encontraba mal, y finalmente fue necesario utilizar el coche para trasladarlo al hospital; aunque finalmente murió, pudimos atenderlos en esa necesidad", una de tantas tareas que desarrollan en esta misión camerunesa que se ha situado en los últimos días en el foco del conflicto con los terroristas islámicos del grupo Boko-Haram.

De la gravedad de la situación dice mucho el hecho de que "el embajador de España en Camerún vino hace un mes a decirme que me fuera, pero ya le comunicamos que no éramos una ONG más, somos la Iglesia y continuamos al lado de nuestros cristianos", señala Cachaldora, que quiere dejar claro que "el embajador está en contacto permanente con nosotros y el trato ha sido inmejorable".


La familia

También mantiene contacto permanente con su familia en Ourense, a través de teléfono o por correo electrónico. "Hoy (por ayer) he hablado cuatro veces con mi madre", nos señala este misionero pontino que se formó en el Seminario de Ourense y eligió la difícil labor de ayudar a los habitantes de países como, en este caso, Camerún.

Luis Cachaldora muestra, sobre todo, su preocupación "porque seguimos sin saber nada de los tres compañeros secuestrados". El pontino recuerda que a lo largo de estos días han recibido varias "falsas informaciones de que podían encontrarse en tal o cual sitio, pero hasta ahora no se ha sabido nada de ellos". Se trata de la monja canadiense Gilberte Bussier y los misioneros italianos Giampaolo Marta y Gianantonio Allegri.

El obispo de Ourense, Leonardo Lemos, señaló ayer que "estamos viviendo la situación de este misionero con evidente preocupación y rezando para que todo se resuelva lo mejor posible".

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