La implantación de tasas a los cajeros automáticos de entidades financieras es una medida a la que se han sumado muchos municipios en los últimos años, fundamentalmente desde 2009, tras el inicio de la crisis, para así aumentar la recaudación.
No obstante, existen fuertes diferencias entre el importe de las tasas entre municipios y uno de los casos más relevantes se da en Ourense, en concreto, entre la ciudad y el concello limítrofe de Barbadas. Este último municipio acaba de aprobar una tasa de 4.292,20 euros anuales por cada cajero en la calle (tiene cuatro, por lo que la recaudación ascenderá a 17.168,80 euros anuales). Mientras, el municipio de Ourense incluye esta tasa a cajeros dentro de la ordenanza de Aproveitamento Especial ou Utilización Privativa do Dominio Público Local (en la figuran también los precios que deben abonar negocios como quioscos, fotomatones o surtidores de gasolina, entre otros) y establece el importe según la ubicación, para lo que divide las calles en seis categorías: en las categorías 1 y 2, el importe anual por cajero está en 72,70 euros, mientras que en las calles de categoría 3 a 6, el precio es menor, de 48,50 euros.
En este sentido, según los datos facilitados ayer por el Concello de Ourense, la recaudación en 2011 por esta tasa fue de 2.731 euros, correspondientes a un total de 49 cajeros. Es decir, la recaudación que abonan todos los cajeros de la ciudad es menor que la de uno de Barbadás.
VALORES CATASTRALES
José Manuel Freire Couto, alcalde de Barbadás, justificaba que la ordenanza se realizó tomando como referencia la última ponencia de valores catastrales de los edificios en los que están los cajeros -que suelen ser de reciente construcción-, considerando una afectación media por su uso de dos metros cuadrados, así como por el valor que tendría la utilización de la calle. 'Están ocupando un espacio y sacando un lucro', sostiene, 'al igual que ocurre con una terraza, y también tiene que pagar licencia'.
De hecho, la tasa de Barbadás fue sometida a la correspondiente exposición al público y, en ese periodo, no recibió alegación alguna.
En la provincia también ha implantado una tasa a los cajeros Ribadavia, que cobrará 2.920 euros por cada uno (tiene seis, lo que deja un total de 17.520 euros).
En Galicia, esta tasa existía en las principales ciudades, como A Coruña, Vigo, Lugo o Pontevedra. Entre ellas, la de Vigo tiene la tasa más barata (oscila entre 167 euros en calles de primera categoría y 70 en las de sexta), mientras Pontevedra, es el más caro, con 428 euros. Por su parte, el concello de Santiago está estudiando su implantación. Municipios más pequeños también estudian sumarse y, de hecho, el de Silleda acaba de aprobar una ordenanza que establece el pago de 240 euros por cajero.
Son muchos los municipios españoles que han aprobado normativas similares, si bien el importe más habitual oscila entre los 500 o 600 euros anuales por cajero. De hecho, mientras la ciudad de Ourense está entre las que tienen la tasa más barata (y, por el momento, no se ha analizado la propuesta de subirla), el municipio de Barbadás figura entre los más caros.
En este sentido, según los datos facilitados ayer por el Concello de Ourense, la recaudación en 2011 por esta tasa fue de 2.731 euros, correspondientes a un total de 49 cajeros. Es decir, la recaudación que abonan todos los cajeros de la ciudad es menor que la de uno de Barbadás.
VALORES CATASTRALES
José Manuel Freire Couto, alcalde de Barbadás, justificaba que la ordenanza se realizó tomando como referencia la última ponencia de valores catastrales de los edificios en los que están los cajeros -que suelen ser de reciente construcción-, considerando una afectación media por su uso de dos metros cuadrados, así como por el valor que tendría la utilización de la calle. 'Están ocupando un espacio y sacando un lucro', sostiene, 'al igual que ocurre con una terraza, y también tiene que pagar licencia'.
De hecho, la tasa de Barbadás fue sometida a la correspondiente exposición al público y, en ese periodo, no recibió alegación alguna.
En la provincia también ha implantado una tasa a los cajeros Ribadavia, que cobrará 2.920 euros por cada uno (tiene seis, lo que deja un total de 17.520 euros).
En Galicia, esta tasa existía en las principales ciudades, como A Coruña, Vigo, Lugo o Pontevedra. Entre ellas, la de Vigo tiene la tasa más barata (oscila entre 167 euros en calles de primera categoría y 70 en las de sexta), mientras Pontevedra, es el más caro, con 428 euros. Por su parte, el concello de Santiago está estudiando su implantación. Municipios más pequeños también estudian sumarse y, de hecho, el de Silleda acaba de aprobar una ordenanza que establece el pago de 240 euros por cajero.
Son muchos los municipios españoles que han aprobado normativas similares, si bien el importe más habitual oscila entre los 500 o 600 euros anuales por cajero. De hecho, mientras la ciudad de Ourense está entre las que tienen la tasa más barata (y, por el momento, no se ha analizado la propuesta de subirla), el municipio de Barbadás figura entre los más caros.
