INVESTIGACIÓN

Contra la cardiopatía femenina, mejor una charla que un email

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photo_camera Anxela Soto y su directora de tesis doctoral, Reyes Pérez, revisan una página del trabajo de investigación.

Una investigación de la enfermera Anxela Soto apunta a que son la mejor arma de prevención 

Un estudio de investigación con el título ‘Intervención educativa para la prevención de enfermedades cardiovasculares en mujeres perimenopáusicas’, desarrollado por la graduada en la Escuela de Enfermería de Ourense Anxela Soto Rodríguez, revela que las charlas orientativas "son una herramienta muy eficaz para prevenir las enfermedades cardiovasculares", señala la directora de esta tesis, Reyes Pérez, que subraya que se trata del primer trabajo de esta entidad "desarrollado por una alumna de nuestro centro".

Este trabajo adquiere una especial relevancia si se tiene en cuenta que "la mortalidad y morbilidad por enfermedades cardiovasculares en los últimos años en Galicia y Ourense es mayor en las mujeres que en los hombres", señala Reyes Pérez. Mientras en los hombres es la segunda causa (34 %), en el caso de las mujeres es la primera causa de muerte (47 %).

El estudio, que contó con la codirección del profesor de la Universidad de Vigo José Luis García y la colaboración del jefe de servicio del centro de salud Nóvoa Santos Alberto del Álamo; la jefa de servicio del de A Ponte María Jesús Arias, y el jefe de sección de Medicina Interna, Manuel del Toro, se desarrolló a lo largo de los últimos dos años con un seguimiento exhaustivo a un total de 320 mujeres con riesgo cardiovascular.

Se dividieron en dos grupos, uno de control y otro de intervención. En el caso del segundo grupo, se les impartió una serie de charlas donde se les dio a conocer la importancia de prevenir este tipo de enfermedades y cómo hacerlo, mientras que a las mujeres del grupo control se les mandó esta misma información pero por correo. El resultado fue que "las mujeres que habían recibido la información por vía postal empeoraron en sus parámetros físicos, con aumento de grasa corporal, masa abdominal, enzima hepática o triglicéridos, mientras que el otro grupo mantuvo inalterables esos parámetros durante el último año", explica Anxela Soto. La conclusión es que la información puede ser una herramienta muy adecuada para reducir el índice de mortalidad por problemas cardíacos, "sin necesidad de recurrir a fármacos".

Anxela Soto:  “La información ayuda a concienciar y prevenir” 

¿Por qué motivo abordó este estudio?

Nos dimos cuenta que la primera causa de mortalidad en la mujer, según el Instituto Nacional de Estadística, son las enfermedades cardiovasculares. En la menopausia disminuyen los estrógenos, que son hormonas cardioprotectoras, con lo que aumenta el riesgo de enfermedades. Además se produce un aumento de la obesidad central, así como del colesterol malo, al tiempo que disminuye el bueno. Por estas razones, queríamos concienciar a la mujer de que ese tipo de enfermedades cardiovasculares, que se creía que eran más importantes en el hombre, se ha demostrado que no, que afectan más a las mujeres; de ahí la necesidad de prevenir.

¿Cómo fue el desarrollo de esta investigación?

Hicimos un ensayo clínico aleatorizado con 320 mujeres entre 45 y 60 años con riesgo cardiovascular de los centros de salud Novoa Santos y de A Ponte. Las dividimos en dos grupos y a uno de ellos le impartimos charlas orientativas sobre la importancia de la dieta mediterránea, los beneficios de la actividad física o importancia de la reducción de malos hábitos. Al otro grupo le mandamos esa misma información por teléfono. En este segundo grupo, al cabo de un año, se detectó que habían aumentado el índice de grasa corporal así como el perímetro abdominal y el colesterol malo, mientras que el otro grupo disminuyó la tensión arterial, el colesterol malo, aumentó el bueno y mejoraron la adherencia a la dieta mediterránea y la actividad física, lo que deja claro que las charlas ayudaron a concienciar y prevenir.

¿Cuál sería la conclusión del estudio?

Que simplemente con dar educación sanitaria, explicar a la gente cuatro cosas a través de charlas orientativas, podemos evitar enfermedades mortales, y eso sin tener que aplicar fármacos de ningún tipo.

¿Cuánto tiempo se prolongó este estudio?

Algo más de un año y medio. Se realizaron analíticas a todas las participantes el primer día y se repitieron un año después de impartirles estas charlas informativas, con lo que pudimos determinar si esa intervención educativa tuvo éxito o no. El objetivo final era concienciar a las mujeres de que estas enfermedades cardiovasculares son más relevantes de lo que la gente cree y que hay forma de evitarlas o reducirlas.

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