Los datos oficiales certifican que los radares instalados en las carreteras de Ourense captan a diario a más de 100 infractores por exceso de velocidad. Hay más de medio centenar de dispositivos de control en la provincia y el año pasado se pusieron más de 37.000 sanciones.
Nada que objetar y no daremos desde aquí oxígeno a los excesos, a todos los que sobrepasan los límites de velocidad, poniendo en grave riesgo no solo su vida sino la de otras personas.
Esta información trasciende justo unos días después de que La Región también denunciase el pésimo estado de conservación de muchas carreteras de la red viaria provincial, huérfanas de mantenimiento. Una de ellas es la N-120, la conocida popularmente como carretera de Os Peares, que tiene más de mil baches y fochancas hasta Valdeorras. Es ahí, precisamente, en las proximidades de Os Peares donde está el radar que más multa de la provincia.
Decíamos hace unos días que las carreteras están mal, pero los radares funcionan muy bien. Este es el caso. Al menos podrían destinar parte del dinero que recaudan en ese radar a arreglar esa carretera.
