La clave del día, con Antonio Nespereira, trae noticias sobre el alza de las temperaturas en Ourense
En los medios ponemos especial empeño en tratar sesudos asuntos, y si son complejos, nos deleitamos en ello. Si aún por encima va de números, entonces llegamos al clímax de la información. Pero de lo que habla la gente es del tiempo, que es un recurso que ha saltado de la conversación de ascensor a monográficos en todos los canales.
Si hace frío porque hace frío, si llueve porque llueve y si hace calor porque hace calor. Las unidades móviles se acantonan en las orillas del Miño lo mismo para ver cómo los ourensanos se remojan, como el río supura niebla o como baja embravecido por las últimas lluvias.
Hoy la gente habla de que los termómetros andan por encima de los 30 grados, apenas unos días después de llevar bufanda. Y eso es actualidad, obviamente, ya no solo por lo que nos condiciona en la vida diaria, sino por los cambios que provoca en cultivos y demás actividades.
Periodísticamente es además muy agradecido el asunto porque no polemizas y echarle culpas a alguien no cunde porque no hay un responsable directo. A no ser que seamos como los italianos que dicen: “¿Piove? Porco governo”.
