"A nosotros aún nos quedan alrededor de 20 años por pagar, además del gasto de los abogados", afirma una de las vecinas afectadas.
Georgina Rodríguez, propietaria de uno de los pisos de Marcelo Macías, señala que "yo compré el piso con todos los papeles en regla y sin cargas, y nunca me dijeron que hubiera ningún problema; por eso no entiendo a qué viene este problema". Reconoce que "al principio me provocó un agobio enorme, cuando nos mandaron la documentación que ordenaba el derribo la primera vez". Y recuerda que "a nosotros aún nos quedan alrededor de 20 años por pagar, además del gasto de los abogados".
Isabel Gago, otra de las afectadas, compró el piso en construcción y subraya que "estaba todo legalizado", al tiempo que explica que "todavía me quedan 15 años de hipoteca; es un palo".
Rosa María Cougil se hizo con el piso "en el 2010, en su momento lo compré con hipoteca, y eso prueba que el piso estaba totalmente legal, porque si no, el banco no nos hubiera concedido el crédito". Añade que "nos parece injusto que ahora nos encontremos en esta situación y, sin ser responsables, estemos pagando las consecuencias". Y señala que "lo que pedimos todos es que se busque una solución a nuestro problema, no lo hemos creado nosotros". Sobre el posible derribo, apunta que "hemos invertido mucho dinero aquí" y que "de repente no sepamos qué va a pasar con nuestra casa, no me parece de recibo; si esto depende de un Plan de Urbanismo, el Concello tendrá algo que decir, y esto afecta a 90 familias, con hipoteca, con hijos y con un proyecto de vida"
