La Audiencia provincial sentenció a Alba Rodríguez Reza a siete años de prisión tras considerar probado que seccionó un ojo a L.O.P. la madrugada del 5 de abril de 2007, empleando un vaso previamente roto, lo que multiplicó la capacidad de ese objeto para causar daño. La sentencia, que no es firme, impone una indemnización a la víctima de 90.000 euros, y de 3.105 al Sergas. El Ministerio Fiscal había solicitado una pena de nueve años y medio, mientras que la defensa reclamaba la absolución.
La Sala segunda de la Audiencia provincial de Ourense condenó a Alba Rodríguez Reza, de 22 años de edad, a siete años de cárcel por un delito de lesiones, producidas al perforar el ojo izquierdo de L.O.P. con un vaso previamente roto, en el contexto de una pelea dirimida en la discoteca Xtravaganza de la ciudad, el 5 de abril de 2007. La sentencia reduce en dos años y medio la petición del Ministerio Fiscal, que reclamaba para Alba Rodríguez nueve años y seis meses de cárcel, así como una indemnización en concepto de responsabilidad civil de 196.000 euros. Ésta, finalmente, se establece en 90.000 euros, a los que hay que añadir el abono de 3.105 euros en favor del Sergas, a fin de sufragar los costes derivados de atender a la víctima.
La sentencia, que no es firme y por lo tanto podrá ser recurrida por la defensa, e incluso la acusación, considera acreditado que después que L.O.P. y, en aquel momento la pareja sentimental de Alba, hubiesen mantenida una pelea en el interior de la discoteca, la mujer atacó con un vaso al primero, seccionándole un ojo con el cristal. Las lesiones alcanzaron tal envergadura que hoy L.O.P. sólo distingue bultos y sombras con el ojo herido, amén de padecer fotofobia. El oftalmólogo que prestó declaración en la vista oral se mostró optimista sobre la posibilidad de que un trasplante de córnea le permitiese recuperar el 50% de la vista. Hoy mantiene apenas el 5%.
La víctima identificó a Alba Rodríguez como su agresora sin ningún género de dudas. Aquella madrugada de 2007, después de varios conatos de trifulca aplacados, L.O.P. y la pareja de la joven se precipitaron en un intercambio de puñetazos que los llevó por el suelo. Cuando los separaron, e incluso se enfriaba la riña, escuché cómo se quebraba un cristal, y cuando me giré vi a la rubia -en referencia a la condenada- que me atacaba con un vaso roto, tes timonió L.O.P. durante el juicio.
Alba Rodríguez, para quien su defensa solicitó la libre absolución, confesó que vio sangrar a la víctima por la cara, aunque lo atribuyó a los golpes que le propinó su pareja, al tiempo que aseguraba que durante la pelea ella no portaba ningún vaso.
LA VISTA ORAL
Al menos dos testigos la habían reconocido
Durante la celebración del juicio, al menos dos testigos confirmaron que vieron a una mujer rubia que rompía un vaso y atacaba a la víctima con él. Ambos aseguraron que la rubia era Alba, y que ésta había tomado el vaso de una estantería. Otros testigos, sin llegar a poner nombre a la atacante, sí pusieron color de pelo a la misma: rubio. Quienes poco aclararon fueron las declaraciones de los dos porteros y el encargado de la discoteca. De hecho, los tres afirmaron durante el juicio que cuando llegaron al punto de la pelea ésta había terminado, y no vieron a nadie con el perfil de la condenada. Precisamente estos testimonios fueron los enfatizados por la defensa para solicitar la absolución de Alba, circunstancia no atendida por el tribunal.
La sentencia, que no es firme y por lo tanto podrá ser recurrida por la defensa, e incluso la acusación, considera acreditado que después que L.O.P. y, en aquel momento la pareja sentimental de Alba, hubiesen mantenida una pelea en el interior de la discoteca, la mujer atacó con un vaso al primero, seccionándole un ojo con el cristal. Las lesiones alcanzaron tal envergadura que hoy L.O.P. sólo distingue bultos y sombras con el ojo herido, amén de padecer fotofobia. El oftalmólogo que prestó declaración en la vista oral se mostró optimista sobre la posibilidad de que un trasplante de córnea le permitiese recuperar el 50% de la vista. Hoy mantiene apenas el 5%.
La víctima identificó a Alba Rodríguez como su agresora sin ningún género de dudas. Aquella madrugada de 2007, después de varios conatos de trifulca aplacados, L.O.P. y la pareja de la joven se precipitaron en un intercambio de puñetazos que los llevó por el suelo. Cuando los separaron, e incluso se enfriaba la riña, escuché cómo se quebraba un cristal, y cuando me giré vi a la rubia -en referencia a la condenada- que me atacaba con un vaso roto, tes timonió L.O.P. durante el juicio.
Alba Rodríguez, para quien su defensa solicitó la libre absolución, confesó que vio sangrar a la víctima por la cara, aunque lo atribuyó a los golpes que le propinó su pareja, al tiempo que aseguraba que durante la pelea ella no portaba ningún vaso.
LA VISTA ORAL
Al menos dos testigos la habían reconocido
Durante la celebración del juicio, al menos dos testigos confirmaron que vieron a una mujer rubia que rompía un vaso y atacaba a la víctima con él. Ambos aseguraron que la rubia era Alba, y que ésta había tomado el vaso de una estantería. Otros testigos, sin llegar a poner nombre a la atacante, sí pusieron color de pelo a la misma: rubio. Quienes poco aclararon fueron las declaraciones de los dos porteros y el encargado de la discoteca. De hecho, los tres afirmaron durante el juicio que cuando llegaron al punto de la pelea ésta había terminado, y no vieron a nadie con el perfil de la condenada. Precisamente estos testimonios fueron los enfatizados por la defensa para solicitar la absolución de Alba, circunstancia no atendida por el tribunal.
