Miles de feligreses salieron a la calle para participar en las diferentes procesiones del Corpus que se celebraron por toda la provincia y que tuvieron, en Ourense y Celanova, dos de las más concurridas.

El Corpus reunió a miles de fieles

Centenares de ourensanos se sumaron a la procesión del Corpus Christi celebrada ayer, que remató con un acto en la Praza Maior. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
Miles de personas participaron ayer en la celebración del Corpus Christi en las diferentes villas de la provincia, siendo las más concurridas las de la ciudad y Celanova. También se conmemoró el Día de la Caridad, por lo que la colecta del día se destinó a Cáritas.
En familia, con amigos o entre vecinos, así decidieron participar la mayoría de ourensanos en la procesión multitudinaria de la ciudad, en la que no faltó la lluvia, pero de pétalos de colores. Los sones de la Real Banda, los bailes de Queixumes do Pinos, el acompañamiento de las campanas, y sobre todo solemnidad, fueron algunas de las características de la jornada. También participaron en los actos, decenas de niños que realizaron su primera comunión, los seminaristas y miembros de la Corporación, con el alcalde, Francisco Rodríguez, a la cabeza; no faltaron los ediles José Ángel Vázquez Barquero, Áurea Soto o María Devesa (PSOE), así como Rosendo Fernández, Carmen Carballo, Belén Iglesias, Valcárcel Baiget o Aurelio Gómez Villar (PP). Como es habitual en otras celebraciones de carácter religioso, no asistieron representantes del BNG y, en esta ocasión, tampoco de Democracia Ourensana.

Pasadas las diez de la mañana, la Catedral de Ourense seguía recibiendo a numerosos fieles, que pese a llegar con retraso, quisieron sumarse al acto de Eucaristía. El oficio religioso fue presidido por el obispo de Ourense, monseñor José Leonardo Lemos Montanet.

También comenzaron a llegar, numerosos miembros de las cofradías que posteriormente saldrían a la calle en procesión. En la celebración litúrgica participaron activamente niñas como María e Irina, vestidas con sus trajes de primera comunión y dispuestas a acompañar al estandarte de la Virgen de O Rosario de Santo Domingo.

La celebración destacó una vez más por su emotividad, tal como resaltaba la cuidadora de la imagen del Santo Cristo en la Catedral de Ourense, Nieves Quintas. 'Es una celebración muy emotiva, aunque cuenta con menos seguidores', explicaba ayer. Quintas limpia, cambia la mantelería y peina al santo, al igual que lo hacía su madre desde el año 1965. Recordó que hace décadas llegaban muchísimos peregrinos a la ciudad para sumarse a la celebración, muchos portugueses. El ambiente en las calles del casco histórico 'se sentía desde las seis de la mañana'.

Seguidamente, la procesión recorrió varias calles de la ciudad y acabó con un oficio religioso en una concurrida Praza Maior.


800 METROS DE MANTO FLORAL

La alerta por lluvias, que finalmente casi no se hizo notar en la villa de San Rosendo, obligó a posponer hasta las seis y media de la mañana la elaboración de alfombras florales. Varios cientos de vecinos colaboraron activamente en la confección de las alfombras -unos 800 metros de arte efímero inspirado en motivos religiosos- y, casi sin tiempo para desayunar, asistieron a mediodía a la misa solemne en el monasterio.

La procesión, que arrancó del Claustro Barroco y recorrió las calles San Roque, Colón, Pardo Bazán y Praza Maior, estuvo presidida por los niños que el pasado domingo hicieron la Comunión.

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