La dilación indebida en la tramitación del procedimiento judicial seguido en un caso de maltrato, que se remonta ya al año 2006, le ha valido a un inculpado una sustancial rebaja de la pena.
El Juzgado de lo Penal, conforme al acuerdo previo alcanzado entre el abogado defensor del encausado y el representante del Ministerio Fiscal, condenó a Marcos González Quintela a una pena de seis meses de cárcel, privación del derecho a portar armas durante cuatro años y la prohibición de acercarse a la víctima durante seis años (a una distancia de 500 no inferior a 500 metros), además de 30 días de trabajos en en beneficio de la comunidad.
El asunto, sin complejidad procesal e instruido en el Juzgado de Violencia Doméstica de Ourense, se remonta a hace cinco años. Según recoge el fallo judicial, el acusado propinó un puñetazo en el ojo a su compañera sentimental el 24 de marzo de 2006. Posteriormente, el 16 de diciembre, le tuvo la espera a salida de un 'pub', golpeándole ligeramente las piernas con el vehículo, y forzándola a ir con él hasta un piso de la ciudad y seguidamente a la casa de Cudeiro, donde cerró las puertas con llave y la obligó a permanecer en su compañía durante unas horas. El fallo judicial recoge que durante los últimos seis meses de relación, fueron diversas las ocasiones en las que el acusado agredió a la joven mediante bofetadas, puñetazos así como verbalmente con manifestaciones tales como que la iba a dejar en silla de ruedas, rajarle la cara o mandar a alguien para matarla si ella lo abandonaba.
El asunto, sin complejidad procesal e instruido en el Juzgado de Violencia Doméstica de Ourense, se remonta a hace cinco años. Según recoge el fallo judicial, el acusado propinó un puñetazo en el ojo a su compañera sentimental el 24 de marzo de 2006. Posteriormente, el 16 de diciembre, le tuvo la espera a salida de un 'pub', golpeándole ligeramente las piernas con el vehículo, y forzándola a ir con él hasta un piso de la ciudad y seguidamente a la casa de Cudeiro, donde cerró las puertas con llave y la obligó a permanecer en su compañía durante unas horas. El fallo judicial recoge que durante los últimos seis meses de relación, fueron diversas las ocasiones en las que el acusado agredió a la joven mediante bofetadas, puñetazos así como verbalmente con manifestaciones tales como que la iba a dejar en silla de ruedas, rajarle la cara o mandar a alguien para matarla si ella lo abandonaba.