La caída del techo del bajo amenaza la estabilidad de todo el edificio

El derrumbe parcial de un inmueble en el casco antiguo obliga a desalojar una familia

Policías locales precintando el área del derrumbe. (Foto: José Paz)
Los dos únicos vecinos de un viejo edificio de tres plantas salieron ilesos a un nuevo derrumbe en el casco viejo de la ciudad, con acceso a través de la calle Progreso, a la altura del núme ro 20. Hoy se procederá a estudiar a fondo la vivienda, para decidir qué hacer con ella. Los afectados fueron realojados por el Concello en un hostal.
El mal estado en que se hallan algunas viviendas del casco histórico de Ourense se cobró ayer un nuevo derrumbe. Si bien no dejó daños personales obligó a desalojar a una madre, de 73 años, y su hijo, dependiente a su cargo, de 47, habitantes de la primera planta, y únicos vecinos de la edificación. A ésta se accede a través de la calle Progreso, y se llega tras seguir un largo pasillo y dejar atrás el edificio con fachada a Progreso, frente a la antigua cárcel.

El derrumbe, en torno a las 16,40 horas, fue comunicado a la Policía Local por el dueño del bajo, que al presentarse en el mismo advirtió que se había venido abajo parcialmente el suelo de la primera planta y algunas de las paredes del primero colgaban. Madre e hijo, vecinos del segundo piso, fueron en ese momento desalojados, según fuentes de la Policía Local y los bomberos, y trasladados a un céntrico hostal de la ciudad, donde de momento permanecerán a cargo de la Concellería de Benestar. A la hora en que se presentó la Policía en la vivienda, circunstancia que tuvo lugar alrededor de las 17,00 horas, acompañaba a la señora y el hijo un nieto que se encontraba de visita. Una vez desalojados los vecinos, se decidió el sellado del acceso para proceder a una evaluación exhaustiva. Hoy podría decidirse qué se hace con el edificio.

OTROS CASOS

Medio centenar de viviendas en peligro

Actualmente se calcula que hay medio centenar de viviendas en peligro de derrumbe en la ciudad. Ello, a pesar de que son ya 700 las rescatadas a través del programa de rehabilitación desde el año 1996. 2009 no ha sido un buen año para las edificaciones ourensanas. El 17 de enero, en la calle Cervantes, se declaró un incendió que derrumbó dos plantas de un edificio, y ante el peligro que despertaba la tercera, fue derribada. El 5 de marzo, en la calle Colón, policía y bomberos inspeccionaron un edificio del que caían piedras de la fachada, y acordonaron preventivamente la calle. El 24 de marzo fue necesario desalojar a 15 personas a consecuencia de un incendio que terminó provocando el derrumbe de dos plantas de un conjunto de viviendas.



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