Un desembarco a punto de producirse en plena guerra, un animal llegado de la prehistoria, una imagen de medio mundo desde el espacio o parte del cuadro de un maestro de la abstracción. Eso es lo que parece al mirar. Unas bateas, un percebe, una lapa, un delfín varado. Eso es lo que es cuando se observa. Tópicos típicos de la gastronomía gallega desmontados a través de una nueva visión bajo el objetivo del fotógrafo ourensano Santiago Barreiros.
La sala de arte madrileña 'ASM28' acoge hasta el 2 de julio este proyecto artístico que nació hace más de un año, y que después de más de 5.000 imágenes recogidas a través de la costa y el interior gallego, en las cuastro estaciones y con horas y horas de observación y de búsqueda, ha quedado reflejado en el 'A I I A' (Galicia).
Para su autor, Santiago Barreiros, esta muestra, que con toda probabilidad recorrerá tras su estreno madrileño, varias salas gallegas, ha sido 'un sueño cumplido. Es algo que llevaba tiempo queriendo hacer, quería trabajar sobre Galicia, sobre la naturaleza y la tierra gallega, y tras mucho pensar qué podía retratar, descubrí todo un mundo de posibilidades en la gastronomía. Trabajé para encontrar en lo más cotidiano, como el pulpo, la raya, la cachucha o los mejillones, una realidad diferente y después plasmarla en la fotografía.
El resultado ha sorprendido. 'Mucha gente no esperaba esta muestra tras ver mis anteriores trabajos, más centrados en personas. Pero ahora que he descubierto estas posibilidades, creo que continuará por ahí, de hecho ya no veo las berzas de la misma manera'.
A pesar de las horas invertidas, de las miles de imágenes para seleccionar, de la búsqueda de luz, de condiciones deseadas y demás, Santiago Barreiros recuerda la primera y última instantánea: 'La última fotografía realizada en el Atlántico de la medusa, y el primer baño en un río, los zapatones'. Eso sí, ha habido una modelo imposible que se negó a posar, cual diva. 'La vaca, quise acercarme a sus ojos, pero no lo logré, en el último se escapaba'.
Para su autor, Santiago Barreiros, esta muestra, que con toda probabilidad recorrerá tras su estreno madrileño, varias salas gallegas, ha sido 'un sueño cumplido. Es algo que llevaba tiempo queriendo hacer, quería trabajar sobre Galicia, sobre la naturaleza y la tierra gallega, y tras mucho pensar qué podía retratar, descubrí todo un mundo de posibilidades en la gastronomía. Trabajé para encontrar en lo más cotidiano, como el pulpo, la raya, la cachucha o los mejillones, una realidad diferente y después plasmarla en la fotografía.
El resultado ha sorprendido. 'Mucha gente no esperaba esta muestra tras ver mis anteriores trabajos, más centrados en personas. Pero ahora que he descubierto estas posibilidades, creo que continuará por ahí, de hecho ya no veo las berzas de la misma manera'.
A pesar de las horas invertidas, de las miles de imágenes para seleccionar, de la búsqueda de luz, de condiciones deseadas y demás, Santiago Barreiros recuerda la primera y última instantánea: 'La última fotografía realizada en el Atlántico de la medusa, y el primer baño en un río, los zapatones'. Eso sí, ha habido una modelo imposible que se negó a posar, cual diva. 'La vaca, quise acercarme a sus ojos, pero no lo logré, en el último se escapaba'.
