La difícil gobernabilidad pone en jaque proyectos clave en Ourense

Obras del viaducto de la Variante Exterior entre Rante y Seixalbo.
photo_camera Obras del viaducto de la Variante Exterior entre Rante y Seixalbo.
La intermodal, las ansiadas autovías, los trenes ultrarrápidos o el saneamiento de los ríos de Ourense, pendientes de un nuevo gobierno

España entra en una nueva fase para saber si habrá gobierno del PSOE y Sumar con el apoyo de los nacionalistas o si el país se aboca a una nueva repetición electoral. Tras la fallida investidura de Alberto Núñez Feijóo, la gobernabilidad sigue sumida en la incerteza y pone en jaque la ejecución de proyectos estratégicos para la provincia de Ourense, que sigue con muchos temas pendientes de resolver. La estación intermodal, la autovía A-76 para conectar Valdeorras, el saneamiento integral del río Barbaña, la autovía A-56 (Lugo-Ourense), la circunvalación norte, el remate de la Variante Exterior del AVE o la llegada de los trenes Avril que permitan aumentar capacidades y frecuencias en la alta velocidad. 

Al menos medio millón de euros a corto plazo están en juego.  No son pocos los temas que Ourense tendrá que afrontar y que deberían estar sobre la mesa de las próximas negociaciones entre partidas para la conformación del denominado “gobierno progresista”, que, de momento, parece tener a Cataluña y sus reivindicaciones como eje central. 

La mayor inversión a la vista, de casi 130 millones, es la reforma de la estación intermodal en su parte ferroviaria. La licitación, que se paralizó a finales de julio para reconfigurar los precios, sigue, de momento, paralizada, si bien el Consejo de Administración de Adif Alta Velocidad dio el visto bueno para volver a sacarla a concurso. En todo caso, ahora está suspendida y cualquier alteración de prioridades podría hacer peligrar un proyecto estratégico. Por el momento, las previsiones gubernamentales hablan de los primeros meses de 2024 para reactivar la contratación de las obras. 

Pero en juego hay muchos otros proyectos. La A-76 (autovía Ponferrada-Ourense), una infraestructura muy necesaria para acabar con las deficientes comunicaciones viarias entre la comarca de Valdeorras y Ourense, limitadas a la obsoleta N-120, apenas registra avances. El proyecto constructivo del tramo berciano Villamartín de la Abadía-Requejo, valorado en 126 millones, salió a información pública en abril y se desconoce su estado de tramitación, al igual que el tramo que enlazaría Requejo con A Veiga de Cascallá, ya en Rubiá, y cuya redacción fue adjudicada en 2018, además del que enlazará esta última localidad con O Barco. Diputados del PP de León y Ourense, y el único diputado del BNG, han exigido que se liciten el primer tramo antes de acabar el año. 

 No es mucho mejor la situación de la A-56, que comunicaría Lugo y Ourense. Solo han sido construidos los 8,8 kilómetros correspondientes al tramo entre A Barrela y San Martiño. Un tramo que apenas es aprovechable ahora debido a su falta de conexión con la ciudad. Por su parte, el primer segmento de la circunvalación norte se encuentra en obras. Es el comprendido entre Eirasvedras y Quintela. Las obras se iniciaron en junio del año pasado y deberían estar acabadas a finales del que viene, pero llevan un año paralizadas.

Avril, Variante Exterior o el Barbaña, otros retos

El Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico acumula más de cuatro años de retraso en el proyecto de saneamiento integral del río Barbaña y la mejora de la depuradora en San Cibrao das Viñas, actualmente insuficiente para absorber los vertidos industriales. El proyecto está confinanciado por fondos europeos Feder,  pero continúa en tramitación ambiental. El problema es que la fecha límite para certificar el gasto ante la Unión Europea es el 31 de diciembre de 2023 y para finalizar la actuación, el 31 de marzo de 2025. El proyecto tiene un coste de 30 millones y la financiación europea, que se podría perder, ascendería a 14,9 millones.

Otros retos, relacionados con las infraestructuras ferroviarias, son la llegada de los trenes Avril, que encadenan retrasos y cuyo último plazo sitúa su recepción ya para el primer trimestre de 2024. En cuanto a la Variante Exterior, los dos subtramos en obras van con retraso, mientras queda por desatascar el resto del proyecto.

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