Cohecho, falsedad documental y tráfico de influencias. Esas son las imputaciones que la jueza que dirige la Operación Pokemon, Pilar de Lara Cifuentes, atribuye al ourensano Adrián Cordero, gerente del grupo Vendex en la ciudad de As Burgas, y a José María Tutor, responsable de la empresa en Galicia, le imputa por prevaricación y tráfico de influencia, según anunciaron sus abogados al término de la larguísima declaración. Con todo, los dos han quedado en libertad con cargos, aunque el segundo de ellos deberá abonar una fianza de 4.000 euros.
A la una de la madrugada se conocían las conclusiones de la jueza Pilar de Lara sobre estos dos detenidos, después de horas de prestar declaración en el Juzgado de Instrucción número 1 de Lugo. A esa hora, las noticias todavía eran confusas, sobre todo para conocer la situación en la que quedan otros dos detenidos que también fueron conducidos al Juzgado, ya avanzada la tarde, para prestar declaración. Se trata de Gervasio Rolando Rodríguez, responsable de Vendex en España, y su compañera, y también directivo de la sociedad, Maribel Carrasco. Al cierre de esta edición aún se desconocía la decisión de la jueza sobre ambos. Durante la tarde circuló el comentario, que incluso reconoció el fiscal, Jesús Alvarez, de que alguno de los detenidos que prestaron ayer declaración podría ingresar en prisión, pero este extremo no llegó a confirmarse al cierre de la edición.
Adrián Cordero, que había estado detenido e incomunicado durante más de dos días en la Comisaría de Ourense, fue interrogado inicialmente durante más de tres horas a partir de las tres menos cuarto de la tarde pero siguió incomunicado dentro, como el alcalde ourensano y los demás detenidos, para ser interrogado en algún momento más. Tutor, mientras, declaró durante más de cinco horas, hasta las once de la noche.
Fuentes del caso han precisado que la jueza fue muy insistente con Cordero acerca de posibles regalos que podría haber hecho a Francisco Rodríguez. En todo momento, precisaron, se centró en supuestos obsequios y, además, en la relación de familiaridad existente entre ambos.
Adrián Cordero, que había estado detenido e incomunicado durante más de dos días en la Comisaría de Ourense, fue interrogado inicialmente durante más de tres horas a partir de las tres menos cuarto de la tarde pero siguió incomunicado dentro, como el alcalde ourensano y los demás detenidos, para ser interrogado en algún momento más. Tutor, mientras, declaró durante más de cinco horas, hasta las once de la noche.
Fuentes del caso han precisado que la jueza fue muy insistente con Cordero acerca de posibles regalos que podría haber hecho a Francisco Rodríguez. En todo momento, precisaron, se centró en supuestos obsequios y, además, en la relación de familiaridad existente entre ambos.
