La operación Espita, una macrooperación antidroga en el que se intervinieron 82 kilos de cocaína, se solventó con seis detenidos, tres en Ourense y tres en Madrid. En la ciudad, la Policía Nacional arrestó a Andrés Antonio G.Z., Mauricio C.A. y al vecino de Ourense Libaniel M.G., el único que quedó en libertad. Este es conocido por ser transportista para otra organización de narcotraficantes locales. Los implicados fueron interceptados cuando habían quedado en las proximidades de una zona de bares de Vistahermosa. Además de la cocaína, los agentes incautaron 90.000 euros en efectivo, tres pistolas con munición y cuatro vehículos, entre otros efectos.
La organización estaba asentada en Madrid, Galicia y Andalucía. Tenían un piso en la capital en el que almacenaban las sustancias que adquirían a sus proveedores en la provincia de Cádiz. La organización empleaba vehículos transformados mediante la habilitación de lugares específicos, de accionamiento mecánico, para transportar la droga hasta donde sus clientes la reclamasen.
Las investigaciones se iniciaron el pasado mes de septiembre, cuando la Policía Nacional tuvo conocimiento de la existencia de esta organización criminal. Así, el pasado 24 de noviembre los agentes detectaron cómo el líder de la organización abandonaba un parking de la urbanización investigada con un vehículo de alquiler, circulando por detrás otro turismo conducido por un desconocido. Ambos tomaron la AP-6 en dirección A Coruña, situándose en todo momento el coche alquilado por delante. Esto hizo sospechar a los investigadores que se trataba de un vehículo lanzadera, seguido por otro que transportaba la mercancía.
Cuando el convoy llegó a su destino, Ourense, los agentes observaron que el principal investigado se reunió con otro individuo -viejo conocido de la policía por tratarse de uno de los transportistas de una organización criminal de narcotraficantes muy conocida de la zona-. El conductor del otro turismo, que esperaba cerca de ellos, se percató del dispositivo policial y huyó a la carretera, hecho que precipitó la intervención de los investigadores y que finalizó con la detención de los tres individuos.
Por otra parte, tras inspeccionar los vehículos los agentes comprobaron que uno de ellos contaba con una caleta –fabricada debajo del asiento del copiloto y ocupando todo el suelo- en cuyo interior localizaron 40 paquetes que contenían más de 45 kilos de cocaína. Pocas horas después, la Policía Nacional advirtió cómo otros dos vehículos abandonaban el mismo aparcamiento de la urbanización de Majadahonda. Por este motivo, inspeccionaron los turismos comprobando que uno de ellos portaba en el maletero 31 paquetes idénticos a los intervenidos en la capital ourensana. Éstos, que fueron intervenidos junto a 88.300 euros y varios teléfonos móviles, contenían 40 kilos de cocaína.
Por el momento, la investigación sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones.
