La empresa Adolfo Domínguez comunicó ayer al comité de trabajadores y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que presenta un expediente de regulación de empleo para despedir a 50 trabajadores, además de plantear una reducción salarial del 15%.
La empresa señala que los 50 afectados por el expediente pertenecen a la sede central en Ourense, y suponen aproximadamente un 3% del total de la plantilla, incluyendo tiendas. Un dato que ya rebatían ayer los sindicatos, ya que el volumen de trabajadores en las instalaciones de San Cibrao (fábrica, oficinas, logística) ronda los 600 empleados, con lo que la afección es del 8%.
Por otra parte, la empresa señalaba que pretende negociar que un 15% del salario de la plantilla esté vinculado a la obtención efectiva de beneficios por parte de la sociedad. Los sindicatos criticaban que los salarios en la firma ya son muy bajos, y que el sueldo bruto de la mayoría de empleados está entre 750 y 900 euros al mes.
La empresa añade que estas medidas tienen como objetivo contribuir a la racionalización de costes que está llevando a cabo para compensar la incidencia de la crisis económica y reducir los gastos. De hecho, la firma tuvo pérdidas en 2010 y 2011 (después de unos años de grandes beneficios), que atribuye al fuerte descenso de actividad en el mercado nacional (que constituye el 70% del total de sus ventas). Además, ya abonó con retraso la mitad de la paga extra de Navidades y todavía tiene pendiente de pagar la de marzo.
El comité de empresa cuenta con representación de las tres centrales mayoritarias (UGT, CC.OO. y CIG), cuyos representantes se reunirán hoy para analizar el documento presentado por la empresa, mientras el próximo lunes está previsto un encuentro con la compañía.
En todo caso, los sindicatos señalaban ayer que el margen de maniobra que les da la nueva reforma laboral es escaso, ya que se abre un mes de negociaciones en el que, si no hay acuerdo, la empresa puede aprobar el ERE en las condiciones que propone, según explicaba Manuel Lores, de CC.OO. Por su parte, desde la CIG, Etelvino Blanco cuestionaba el fuerte impacto de este ERE tanto en número de trabajadores afectados como en coste salarial, y lamentaba que 'en Ourense se sigan agravando as consecuencias dunha reforma laboral brutal'.
Por otra parte, la empresa señalaba que pretende negociar que un 15% del salario de la plantilla esté vinculado a la obtención efectiva de beneficios por parte de la sociedad. Los sindicatos criticaban que los salarios en la firma ya son muy bajos, y que el sueldo bruto de la mayoría de empleados está entre 750 y 900 euros al mes.
La empresa añade que estas medidas tienen como objetivo contribuir a la racionalización de costes que está llevando a cabo para compensar la incidencia de la crisis económica y reducir los gastos. De hecho, la firma tuvo pérdidas en 2010 y 2011 (después de unos años de grandes beneficios), que atribuye al fuerte descenso de actividad en el mercado nacional (que constituye el 70% del total de sus ventas). Además, ya abonó con retraso la mitad de la paga extra de Navidades y todavía tiene pendiente de pagar la de marzo.
El comité de empresa cuenta con representación de las tres centrales mayoritarias (UGT, CC.OO. y CIG), cuyos representantes se reunirán hoy para analizar el documento presentado por la empresa, mientras el próximo lunes está previsto un encuentro con la compañía.
En todo caso, los sindicatos señalaban ayer que el margen de maniobra que les da la nueva reforma laboral es escaso, ya que se abre un mes de negociaciones en el que, si no hay acuerdo, la empresa puede aprobar el ERE en las condiciones que propone, según explicaba Manuel Lores, de CC.OO. Por su parte, desde la CIG, Etelvino Blanco cuestionaba el fuerte impacto de este ERE tanto en número de trabajadores afectados como en coste salarial, y lamentaba que 'en Ourense se sigan agravando as consecuencias dunha reforma laboral brutal'.
