Cuando la estadounidense Kalee Rose Katerina y la francesa Lucie Le Labourier llegaron a Ourense supieron que querían bailar folclore de la provincia. Tras nueve meses de ensayos, ayer demostraron sus esfuerzos y resultados
Llegadas desde California (EE.UU) y Créteil (Francia), Kalee Rose Katerina Lilac y Lucie Le Labourier están a punto de dejar la ciudad de As Burgas y lo hacen por todo lo alto. Ayer, el Teatro Principal fue testigo de cómo en nueve meses dos extranjeras son capaces de meterse de lleno en el folclore gallego, ponerse unos pololos, unas enaguas, una falda y un chaleco, y subirse al escenario para hacerse con una pandereta y cantar “A Carolina” y bailar un par de “muiñeiras" en el festival de fin de curso de la Escola de Danzas da Deputación de Ourense.
El verdadero motivo que asentó a Kalee Rose y a Lucie en Ourense fue una beca como lectoras de idiomas. Ambas trabajan en sendos institutos en Xinzo de Limia. ¿Qué las ha traído hasta aquí? Ambas conocían ya España “pero hay algo en Galicia que desde la distancia me ha llamado”, explica Kalee Rose. Lucie vivió el año pasado en Santiago de Compostela “y sabía que el próximo curso acabaría en Ourense”. Además, añade la primera, “estoy enamorada de la película A Lingua das Bolboretas y quería saber que la magia de esa película existe”.
“Pero conocer a terra da chispa no es lo único que hemos hecho en estos nueve meses”, apuntan. Llegaron a Ourense en septiembre, con el inicio del curso académico 2014-2015 y desde entonces no han parado. “No nos hemos perdido los magostos, ni el entroido, ni la Festa do Boi”, explican, “pero si hay algo que vamos a echar de menos son las muiñeiras”. A Lucie ya le sonaba nuestro folclore: “Durante mi estancia en Compostela empecé a conocer los seráns y las foliadas, no me perdía uno”. Kalee Rose escuchó una gaita por primera vez aquí y “entonces supe que yo tenía que aprender a tocarla”.
Con el objetivo de conocer a fondo y desde dentro la tradición cultural de Galicia, tanto la estadounidense como la francesa no pararon hasta hacerse un hueco en alguna escuela de baile. Y objetivo conseguido: la escola provincial de danzas da Deputación de Ourense fue donde crecieron como auténticas ourensanas.
"El primer ensayo al que fuimos no podremos olvidarlo nunca, no sabíamos qué hacer con los pies y las manos", recuerdan. Pero el que algo quiere, algo le cuesta y todo esfuerzo tiene su recompensa. Y ayer fue el día grande. Kalee Rose y Lucie se convirtieron en dos ourensanas más. El festival de fin de curso de la escuela de danzas las llevó a "hacer algo que, por muchos años que pasen, nunca podremos olvidar". Los momentos previos a la actuación estuvieron marcados por los nervios, "yo arranco una de las canciones y me da miedo equivocarme o que se note mucho mi acento", apuntaba la estadouidense, entre risas.
Finalmente, ni "A Carolina" ni las "muiñeiras" se les resistieron a dos jóvenes que desde pequeñas "siempre tuvimos claro que parte de nuestro corazón estuvo, está y estará en una ciudad que durante nueve meses nos lo ha dado todo y más".
Ahora toca hacer las maletas de vuelta. "Maletas cargadas de fotografías, buenos recuerdos, un montón de amigos, muchísimo cariño y una gaita, para que la morriña que nos entre en nuestras propias casas no sea tan grande. Gracias por todo lo vivido, Ourense".
