La liberalización del mercado, con 33 empresas suministradoras, apenas se ha notado aún en Ourense

La electricidad: libre pero estática

Clientes en la oficina que Unión Fenosa tiene en la ciudad.  (Foto: Miguel Ángel)
La liberalización del mercado de la electricidad ha generado pocas consultas en las oficinas de Consumo en Ourense, pues la mayoría de los clientes domésticos optan por mantener su actual compañía debido al escaso ahorro que pueden lograr. No obstante, los clientes que tienen una potencia superior a 10 kilovatios (empresas) sí tienen la obligación de negociar su tarifa si no quieren sufrir penalizaciones. Mientras, siguen registrándose consultas en Consumo sobre la facturación estimada, que se inició a principios de año.
A pesar de la liberalización del mercado eléctrico del pasado 1 de julio, los consumidores ourensanos han optado mayoritariamente por continuar en su compañía (Unión Fenosa principalmente, y también Iberdrola en el oriente de la provincia), según explican desde la Oficina de Consumo de Ourense. Desde la citada fecha, los clientes pueden elegir a qué empresa contratan el suministro de las 33 que existen en la actualidad en España, si bien las actuales tarifas motivan que no existan diferencias significativas entre los descuentos que plantean las compañías (similar a lo que ocurre en telefonía móvil). Por ello, son pocos los clientes que se han cambiado y, entre los que lo han hecho, destaca el caso de los que optaron por Endesa, empresa que gestiona luz y gas, emitiendo un solo recibo y con descuento en ambos servicios.

La situación es diferente para los clientes que superen los 10 kilovatios de potencia (mayoritariamente empresas), que sí tienen la obligación de negociar su tarifa con alguna de las operadoras del mercado, para no ser penalizados con una subida del 5% trimestral. De hecho, ante la preocupación en el colectivo, la CEO organizó la semana pasada una jornada informativa con un técnico de la Comisión Nacional de Energía. No obstante, las ofertas dirigidas a este segmento son también muy similares.

Consultas escasas

Según indican en Consumo, las consultas derivadas de este cambio han sido escasas, aunque sí continúan existiendo las relativas a la facturación estimada, que se implantó en enero. Las últimas quejas se deben principalmente a la llegada de facturas correspondientes a los meses de verano, particularmente si el usuario no ha estado en su hogar durante las vacaciones y se encuentra un recibo que considera elevado. No obstante, explican que el problema se suele solucionar en el recibo siguiente, en el que se compensa o devuelve el importe cobrado indebidamente.

Propuestas parecidas y con un ahorro muy reducido

La liberalización eléctrica conlleva que los consumidores con menos de 10 kilovatios puedan ser suministrados a precio regulado (la llamada ‘Tarifa de Último Recurso’ o TUR, un precio regulado que establece el Ministerio de Industria) o acudir al mercado libre y contratar con una comercializadora. Si el cliente no hace ningún trámite, la empresa que le venía suministrando le aplicará la TUR, pero puede pasarse al mercado libre contactando con cualquiera de las 33 empresas existentes y acogerse a una de sus ofertas, pero no todas las compañías tienen descuento para este colectivo y las que sí lo tienen aplican porcentajes reducidos (un 1 o 2%, que en un cliente medio no llega a un euro al mes) o exigen una potencia mínima (normalmente más de 5,5 kilovatios) y otras condiciones (como contratar una tarjeta de crédito).

En todo caso, los usuarios domésticos de menos de 2,2 kilovatios (hogares de bajo consumo) pueden acogerse al ‘bono social’, que mantiene las tarifas que estaban vigentes hasta el pasado 1 de julio.

Mientras, los clientes de más de 10 kilovatios cuentan con ofertas en todas las compañías, aunque muy parecidas (descuento de un 12%).

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