VIOLENCIA DOMéSTICA

El elevado número de agresiones de menores a su familia suscita alarma

El pasado año bajaron todas las infracciones penales cometidas por jóvenes salvo los casos de violencia doméstica intrafamiliar

La violencia en el ámbito doméstico, que a diario se traduce en una media de tres denuncias al día en la provincia, no sólo es cosa de adultos. Los delitos de violencia intrafamiliar ejercida por los menores sobre sus padres y hermanos son cada vez más preocupantes, máxime cuando en este tipo de acciones la llamada cifra negra (infracciones no denunciadas) puede duplicar la de aquella que sí tiene constancia en las estadísticas oficiales.

El Juzgado de Menores tramitó el pasado año 26 denuncias de violencia intrafamiliar frente a las 20 contabilizadas un año antes, convirtiéndose en el único delito que aumentó en 2014. Los operadores jurídicos que trabajan en la jurisdicción de menores saben que son muchísimos más ante la reticencia de las víctimas (padres o hermanos) a darlo a conocer. De hecho, la denuncia formulada por los padres es, según comenta el fiscal de Menores, José Ucha, "el último recurso ante una situación familiar límite y una convivencia imposible".

Y cuando sí lo hacen, no siempre el delincuente juvenil consigue un castigo. Porque en muchos de estos casos, aseguran fuentes judiciales, el cambio de actitud paterna llegado el día de la audiencia (juicio), aminorando la relevancia de los hechos o justificando el comportamiento de su hijo y acogiéndose a su derecho a no declarar contra el menor, desemboca en una sentencia absolutoria.

En casos de condena, desde la Fiscalía de Menores, y en los supuestos más graves, se interesa un internamiento terapéutico como medida cautelar. A los demás se le impone la medida de libertad vigilada con la obligación de someterse a programas específicos de tratamiento psicológico o terapia familiar. La medida de convivencia con un grupo educativo, cuya eficacia está demostrada en otras provincias, no tiene operatividad en Ourense ya que la entidad pública carece de este recurso.

Los delitos de violencia doméstica junto las lesiones, daños y hurtos son los más numerosos entre aquellos jóvenes que tienen entre 14 y 17 años en la provincia. Aún con todo, en 2014, se consolidó el descenso en términos absolutos en la actividad delictiva juvenil, una tendencia que se inició en 2012. La menor presencia de menores inmigrantes debido a la crisis y la caída demográfica son los principales factores que lo explican, según los fiscales.

El delito con más peso son las agresiones entre jóvenes (78 casos el último año), sobre todo las que se producen en lugares de ocio y recintos escolares.

Los expertos consultados coinciden en destacar la importancia capital de la familia para evitar delitos y actitudes desafiantes entre los jóvenes. Para Raquel Crespo, responsable de la Asociación para la Prevención de la Exclusión Social, los menores que se ven incursos en un expediente de reforma (instrucción penal) "son un ejemplo de las consecuencias que acarrea el fallo de la estructura de protección de base: familia y escuela, principalmente".

Asimismo, hay voces críticas con la respuesta dada por la justicia a la reinserción y reeducación del infractor. "Los centros de menores de reforma y en mayor medida los terapéuticos son instalaciones de estilo penitenciario donde prima el cumplimiento de la medida y la férrea disciplina sobre la formación laboral o el tratamiento psicológico de cara al momento en que debe de abandonar el centro e insertarse en la sociedad", asegura Albino Ferreiro, el abogado responsable de Menores en el Turno de Oficio de Ourense.

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