El sistema de peajes en las autovías portuguesas de la costa pero también, y a partir del mes de abril, en la A-24 que comunica Chaves con Viseu y que termina en la A-75 en Verín generó ayer una reunión de la patronal pontevedresa conlos conselleiros de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras y de Industria para que el país vecino renuncie a colocar nuevos peajes hasta que solucione la forma de pago para los conductores españoles y gallegos, que ya acumulan centenares de multas a pesar de que desde el Eixo Atlántico se negó hace algún tiempo cualquier problema en este sentido.
Agustín Hernández (Medio Ambiente) reconoció ayer en Vigo su malestar por lo que considera el incumplimiento por parte del Gobierno luso del acuerdo alcanzado el pasado año en Viana do Castelo, por el que el Ejecutivo del país vecino aceptaba incluir medidas que permitieran utilizar las autovías en las mismas condiciones que los portugueses. Entre otras acciones se incluían facilidades en el telepeaje y la adquisición de los sistemas de pago vía internet, además de bonificaciones a los transportistas gallegos, iguales a los portugueses, pero que tampoco se cumplen.
La implantación de peajes en las autovías -la vía de alta capacidad entre Viana do Castelo y Oportoy el anuncio de que se implantará en y la que une Verín/Chaves y Viseu y la vía que comunica Caminha con Viana- supone dificultades a la circulación en la Eurorregión y el Gobierno portugués no ha solucionado cómo poder hacer frente al pago con los mismos medios los conductores extranjeros, señaló el conselleiro a preguntas de los medios antes de iniciarse su conferencia.
Había un acuerdo y no se ha cumplido por parte de Portugal, mientras no se resuelvan los problemas, pedimos que no se implanten nuevos peajes en las autovías, enfatizó ante los medios el titular de Medio Ambiente, quien coincidió con la patronal provincial, que preside José Manuel Fernández Alvariño, en que la puesta en marcha del cobro en las vías principales de comunicación es una medida que va contra la movilidad en la Eurorregión Galicia-Norte de Portugal y que provoca un impacto negativo a ambos lados del río Miño.
Con todo, insistió en que lo que preocupa a la Xunta es buscar fórmulas que al menos hagan viable que los conductores gallegos puedan cumplir con las exigencias del Gobierno portugués.
Mientras en Chaves, los ciudadanos ya han recogido más de 25.000 firmas contra el peaje de la A-24 que se implantará en abril, como adelantó La Región, y que afecta de lleno a la conexión con el valle de Monterrei y la A-52 en el sur de la provincia de Ourense, porque esa vía de alta capacidad portuguesa da continuidad a la que une la frontera verinense con la de las Rías Baixas, muy utilizada por transportistas.
La implantación de peajes en las autovías -la vía de alta capacidad entre Viana do Castelo y Oportoy el anuncio de que se implantará en y la que une Verín/Chaves y Viseu y la vía que comunica Caminha con Viana- supone dificultades a la circulación en la Eurorregión y el Gobierno portugués no ha solucionado cómo poder hacer frente al pago con los mismos medios los conductores extranjeros, señaló el conselleiro a preguntas de los medios antes de iniciarse su conferencia.
Había un acuerdo y no se ha cumplido por parte de Portugal, mientras no se resuelvan los problemas, pedimos que no se implanten nuevos peajes en las autovías, enfatizó ante los medios el titular de Medio Ambiente, quien coincidió con la patronal provincial, que preside José Manuel Fernández Alvariño, en que la puesta en marcha del cobro en las vías principales de comunicación es una medida que va contra la movilidad en la Eurorregión Galicia-Norte de Portugal y que provoca un impacto negativo a ambos lados del río Miño.
Con todo, insistió en que lo que preocupa a la Xunta es buscar fórmulas que al menos hagan viable que los conductores gallegos puedan cumplir con las exigencias del Gobierno portugués.
Mientras en Chaves, los ciudadanos ya han recogido más de 25.000 firmas contra el peaje de la A-24 que se implantará en abril, como adelantó La Región, y que afecta de lleno a la conexión con el valle de Monterrei y la A-52 en el sur de la provincia de Ourense, porque esa vía de alta capacidad portuguesa da continuidad a la que une la frontera verinense con la de las Rías Baixas, muy utilizada por transportistas.
