En Ourense existen un total de 77 permisos de investigación de aprovechamientos mineros, según recoge el Plan Sectorial de Actividades Extractivas de Galicia, en fase de exposición pública. Mientras, en el total de Galicia existen 240 permisos para explorar nuevas minas.
En lo que respecta a Ourense, la mayoría de los permisos (62) se corresponden para rocas ornamentales: 40 para granito, 19 para pizarra, dos para cuarcita y arenisca y uno para caliza. Existen, asimismo, siete permisos para estudiar la existencia de minerales industriales (arcilla, caolín, cuarzo y feldespato) y seis para minerales metálicos (estaño, volframio, columbo y tantalita). Finalmente, hay dos licencias de estudio para explotaciones geotérmicas.
El documento señala también que actualmente existen 77 explotaciones en activo en la provincia, que dan empleo a más de 2.000 trabajadores (prácticamente la mitad de los puestos generados en Galicia) y alcanzan una facturación de 129 millones de euros (de un total de casi 323 millones en la Comunidad).
El objetivo de este plan es regularizar la situación del sector, aunque ha generado una gran preocupación social porque ampararía el desarrollo de nuevos proyectos que tendrían un gran impacto en las comarcas afectadas. El plan está promovido por la Consellería de Industria, pero una de las principales críticas que ha recibido es que se realizó bajo 'dirección técnica' de la Cámara Mineira de Galicia, que agrupa a las empresas del sector.
PREOCUPACIÓN SOCIAL
En la provincia, entre los proyectos que más preocupan figuran la mina de feldespato de A Limia o las de wolframio en Castrelo de Miño y Cartelle-Ramirás, ante las que los vecinos han presentado alegaciones e incluso convocan manifestaciones para lograr su rechazo.
Colectivos ecologistas promueven diversas actuaciones para lograr que se paralicen los planes de nuevas minas, en particular las de mayor potencial contaminante. 'Os proxectos mineiros de A Limia, Cartelle-Ramirás ou Castrelo son só algúns das ducias de ameazas que temos sibre nosa terra debido á cobiza dalgunhas empresas e á connivencia dalgunhas administracións', sostienen desde la plataforma ecologista Adega que, junto a otros colectivos, ha tramitado ante el Parlamento Europeo una iniciativa para pedir que se prohíban las prácticas mineras más contaminantes y peligrosas, como el uso de cianuro o el 'fracking' (que consiste en la inyección de agua con sustancias químicas en el terreno, para facilitar la salida de los materiales que interesa extraer). Desde Adega rechazan totalmente el plan considerando que es 'unha coartada' para autorizar minas en cualquier lugar.
Mientras, las empresas lamentan la 'imagen distorsionada' que, a su juicio, se está dando del sector. Desde la Cámara Mineira de Galicia indican que' la minería, que siempre formó parte del tejido económico gallego, representa una oportunidad de desarrollo social y económico de nuestra comunidad, frente a la situación de crisis, por su riqueza en minerales que han visto incrementada su demanda'. Añaden que la actividad minera es 'compatible' con la conservación del medio ambiente y que en Galicia hay ejemplos de 'restauraciones ejemplares' de zonas mineras.
El documento señala también que actualmente existen 77 explotaciones en activo en la provincia, que dan empleo a más de 2.000 trabajadores (prácticamente la mitad de los puestos generados en Galicia) y alcanzan una facturación de 129 millones de euros (de un total de casi 323 millones en la Comunidad).
El objetivo de este plan es regularizar la situación del sector, aunque ha generado una gran preocupación social porque ampararía el desarrollo de nuevos proyectos que tendrían un gran impacto en las comarcas afectadas. El plan está promovido por la Consellería de Industria, pero una de las principales críticas que ha recibido es que se realizó bajo 'dirección técnica' de la Cámara Mineira de Galicia, que agrupa a las empresas del sector.
PREOCUPACIÓN SOCIAL
En la provincia, entre los proyectos que más preocupan figuran la mina de feldespato de A Limia o las de wolframio en Castrelo de Miño y Cartelle-Ramirás, ante las que los vecinos han presentado alegaciones e incluso convocan manifestaciones para lograr su rechazo.
Colectivos ecologistas promueven diversas actuaciones para lograr que se paralicen los planes de nuevas minas, en particular las de mayor potencial contaminante. 'Os proxectos mineiros de A Limia, Cartelle-Ramirás ou Castrelo son só algúns das ducias de ameazas que temos sibre nosa terra debido á cobiza dalgunhas empresas e á connivencia dalgunhas administracións', sostienen desde la plataforma ecologista Adega que, junto a otros colectivos, ha tramitado ante el Parlamento Europeo una iniciativa para pedir que se prohíban las prácticas mineras más contaminantes y peligrosas, como el uso de cianuro o el 'fracking' (que consiste en la inyección de agua con sustancias químicas en el terreno, para facilitar la salida de los materiales que interesa extraer). Desde Adega rechazan totalmente el plan considerando que es 'unha coartada' para autorizar minas en cualquier lugar.
Mientras, las empresas lamentan la 'imagen distorsionada' que, a su juicio, se está dando del sector. Desde la Cámara Mineira de Galicia indican que' la minería, que siempre formó parte del tejido económico gallego, representa una oportunidad de desarrollo social y económico de nuestra comunidad, frente a la situación de crisis, por su riqueza en minerales que han visto incrementada su demanda'. Añaden que la actividad minera es 'compatible' con la conservación del medio ambiente y que en Galicia hay ejemplos de 'restauraciones ejemplares' de zonas mineras.
