Hace casi un año, las campanillas de los cinturones de las Pantallas de Xinzo sonaban desde las ventanas, algún Peliqueiro corría por la Picota ante la atenta mirada de la Guardia Civil y en Verín se conmemoraba el Entroido desde los balcones. 365 días después la fiesta más esperada de la provincia no será la de siempre, pero sí estará más cerca de recuperar su esencia.
En el Triángulo Máxico comienza a notarse el “cosquilleo” carnavalero y los carteles del Entroido se van desvelando. Xinzo, que soplaba las velas de su tercer aniversario como Fiesta de Interés Turístico Internacional el pasado fin de semana, será el primero en iniciar el ciclo festivo el próximo 5 de febrero, tal y como recoge el cartel elaborado por Amphílocos. Aunque la comisión no promoverá eventos masivos, la celebración dependerá de los vecinos, de los que se espera que la festejen “con sentidiño”.
En la capital del Támega, el sonido más especial, el de las chocas, ya anuncia la llegada del Entroido: los viernes por la noche es habitual escucharlas. Además, como manda la tradición, el grupo de “Os Tamagani” se enfundó los trajes de Cigarrón para recorrer las calles de Verín el pasado domingo.
Del mismo modo, en Laza, al sonido de las doce campanadas de fin de año le seguía el de los chocos de los Peliqueiros, que iniciaban su periodo de “entreno” de cara al Entroido. En esta localidad, al igual que Xinzo, ya cuentan con cartel festivo: el elaborado por Rebeca Diz, que decidía donar el premio a la comisión.
En Viana do Bolo, también han hecho acto de presencia Os Fulións. El presidente de la Asociación de Fulións Rurais, Jorge Domínguez, asegura que van a respetar las normas establecidas hasta ahora -distancia y mascarilla- y que se harán Os Lardeiros como todos los años.
En el resto de la provincia, lugares como Manzaneda, Baixa Limia, o Celanova también quieren llevar a cabo sus entroidos, atendiendo, eso sí, al protocolo.n
Información elaborada con aportaciones de Concha Caneiro y Cristina Clavería
