LR- Más de 700 personas han visitado ’Rudesindus. El legado del santo’ durante su primera semana de exposición en Celanova. Jóvenes, matrimonios con hijos, grupos de amigos y jubilados interesados en conocer la vida y obra del monje Ordoño de Celanova. La iglesia de San Salvador es testigo de excepción de una exposición compuesta por más de 50 piezas llegadas desde distintas partes del mundo.
A punto de despedir el primer Año Jubilar de San Rosendo, la iglesia parroquial de San Salvador inaugura la tercera y última parte de la exposición sobre el monje Ordoño de Celanova. ’Rudesindus. El legado del santo’ está compuesta por más de 50 piezas procedentes de museos, fundaciones y órdenes religiosas de distintos puntos de la península ibérica, Tierra Santa o Nueva York. Piezas de incalculable valor histórico y patrimonial que han sido visitadas por más de 700 personas en su primera semana de exposición al público. La muestra realiza un recorrido por los elementos más característicos de su legado, con piezas que hablan desde la presencia mozárabe en la provincia de Ourense, hasta la influencia del monje Ordoño de Celanova en tierras de León y Portugal.
El visitante recorre la que ha sido la obra material más importante del santo, el Monasterio de San Salvador, donde se conservan sus restos, sus retratos familiares o su rincón de oración, la capilla de San Miguel. Entre las paredes de la nave sur, la sacristía y la antesala de la capilla mozárabe, hay lápidas, médulas y modillones anteriores al año 1000, piezas de Tierra Santa de los siglos IV-VII, códices, esculturas e imágenes que representan la riqueza de un hombre que puso fin a los años de oscuros de Galicia. La exposición, que se puede visitar hasta el 2 de diciembre, sirve de base para la apertura del centro de interpretación de la cultura mozárabe en la antesala de la capilla de San Miguel. Un espacio que, a través de las nuevas tecnologías, permite comprender al espectador el tiempo y la cultura del siglo X.
