ESCAPARATE

La rotura de un tubo, inutilizado desde la puesta en marcha de los colectores a ambos lados del Barbaña, ocasionó que el río recibiera aguas pluviales y lodo almacenados en la antigua tubería.
Aunque el agua se veía marrón en las proximidades de la Plaza de Abastos, el vertido no era tóxico. La rotura se produjo durante las obras que se están realizando en el cauce.

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