La Escola de Arte e Oficios, promovida y financiada por la Diputación, comienza el próximo día 13 el nuevo curso, con una matrícula actual de 230 inscritos. La veterana institución, ahora dirigida por Francisco González tras la jubilación del anterior director, Alberto Pascual Carballo, oferta siete disciplinas artísticas pensadas para todas las edades.
La Escola de Artes e Oficios de la Diputación inicia el próximo martes, día 13, su nuevo curso formativo. Tras la reciente jubilación del anterior director, Alberto Pascual Carballo, el cen tro comienza una nueva época, bajo la dirección de Francisco González, muy sensibilizado con darle continuidad y progresión a una escuela que tiene tras de sí un siglo de historia.
El nuevo curso arranca con un total de 230 personas inscritas en las distintas disciplinas artísticas que ofrece la Escola. El centro, promovido y financiado por la Diputación, ofrece a sus alumnos clases de dibujo para pintura, dibujo artístico, pintura, talla en madera, modelado y vaciado, cerámica-alfarería y esmalte de cerámica, aunque entre las posibilidades de desarrollo con las que trabaja el nuevo director no se descarta ampliar la oferta de cursos a impartir.
Francisco González: Hay que ir modernizándose pero sin revoluciones
Francisco González comienza con el nuevo curso su papel como director de la Escola de Artes e Oficios, a la que quiere incorporar materias nuevas y actuales.
¿Qué filosofía marcará su gestión como director de la Escola?
No soy partidario de cambios transcendentales. Sin duda, mi primera aportación será defender la Escola, mantenerla y darle continuidad porque no se pueden olvidar más de 100 años de historia. Pese a ello, la escuela es todavía poco conocida, creo que tiene que abrirse más a la sociedad, necesita enseñarse y en ello profundizaremos. A lo mejor hay que hacer actividades paralelas, que salga de su recinto para ver gente de otros centros y que gente de otras escuelas vengan a la nuestra.
¿Necesitaría un cambio de rumbo?
A lo mejor los fines con los que se creó en su momento necesitan algún tipo de adaptación. Nació como un medio para aprender un oficio y hoy está más orientada al tiempo libre, pero estamos en una sociedad que exige eso, una ocupación creativa. Habrá que ir introduciendo cosas, pero poco a poco. Además, primero quiero cono cer la escuela funcionando en el día a día. La posibilidad de ampliar horarios consensúandolo con los alumnos, introducir disciplinas como el grabado, la acuarela o la fotografía digital, son posibles opciones. Hay que ir incorporando cosas nuevas que entronquen con la actualidad y darle dinamismo, pero sin revoluciones.
¿Hay que ganar alumnado?
Ahora tenemos 230 personas inscritas y no hay problemas de matriculación. La mayoría del alumnado es gente de la tercera edad, pero también hay jóvenes. Hay muchos que repiten año tras año, pero tenemos que trabajar porque la gente nueva se quede, ganárnosla y que no abandone.
El nuevo curso arranca con un total de 230 personas inscritas en las distintas disciplinas artísticas que ofrece la Escola. El centro, promovido y financiado por la Diputación, ofrece a sus alumnos clases de dibujo para pintura, dibujo artístico, pintura, talla en madera, modelado y vaciado, cerámica-alfarería y esmalte de cerámica, aunque entre las posibilidades de desarrollo con las que trabaja el nuevo director no se descarta ampliar la oferta de cursos a impartir.
Francisco González: Hay que ir modernizándose pero sin revoluciones
Francisco González comienza con el nuevo curso su papel como director de la Escola de Artes e Oficios, a la que quiere incorporar materias nuevas y actuales.
¿Qué filosofía marcará su gestión como director de la Escola?
No soy partidario de cambios transcendentales. Sin duda, mi primera aportación será defender la Escola, mantenerla y darle continuidad porque no se pueden olvidar más de 100 años de historia. Pese a ello, la escuela es todavía poco conocida, creo que tiene que abrirse más a la sociedad, necesita enseñarse y en ello profundizaremos. A lo mejor hay que hacer actividades paralelas, que salga de su recinto para ver gente de otros centros y que gente de otras escuelas vengan a la nuestra.
¿Necesitaría un cambio de rumbo?
A lo mejor los fines con los que se creó en su momento necesitan algún tipo de adaptación. Nació como un medio para aprender un oficio y hoy está más orientada al tiempo libre, pero estamos en una sociedad que exige eso, una ocupación creativa. Habrá que ir introduciendo cosas, pero poco a poco. Además, primero quiero cono cer la escuela funcionando en el día a día. La posibilidad de ampliar horarios consensúandolo con los alumnos, introducir disciplinas como el grabado, la acuarela o la fotografía digital, son posibles opciones. Hay que ir incorporando cosas nuevas que entronquen con la actualidad y darle dinamismo, pero sin revoluciones.
¿Hay que ganar alumnado?
Ahora tenemos 230 personas inscritas y no hay problemas de matriculación. La mayoría del alumnado es gente de la tercera edad, pero también hay jóvenes. Hay muchos que repiten año tras año, pero tenemos que trabajar porque la gente nueva se quede, ganárnosla y que no abandone.
