Fallece una anciana de A Merca al incendiarse su ropa

El exterior de la casa unifamiliar donde residía la fallecida con su hermano en Zarracós. (Foto: Xesús Fariñas)
El fuego acabó en la tarde-noche del jueves con la vida de Julia Freire, una mujer de 91 años residente en Zarracós (A Merca), cuando presumiblemente se quedó dormida apoyando accidentalmente el cuerpo sobre una cocina de leña.
Los vecinos de Zarracós, en el Concello de A Merca, lloraban ayer la muerte de una de sus residentes más longevas, Julia Freire Camba, de 91 años de edad. La anciana fallecía alrededor de las nueve de la noche del pasado jueves, tras incendiarse la ropa que vestía cuando presumiblemente se quedó dormida y apoyó accidentalmente su cuerpo sobre una cocina de leña encendida, según relataron los agentes de la Guardia Civil de Celanova que se personaron en el lugar de los hechos.

La mujer, que residía con uno de sus siete hermanos en una casa unifamiliar de la calle Dos Trizos, pereció carbonizada en el interior de su domicilio en un momento en el que su hermano Manuel se encontraba en el cuarto de baño. Al percatarse de la situación, el octogenario trató sin éxito de extinguir el fuego de la vestimenta. Los agentes de la Guardia Civil y los servicios sani tarios que se acercaron hasta el lugar, no hicieron sino certificar su fallecimiento.

Muy bien atendidos

La fallecida era una persona muy querida en Zarracós, lugar en el que residió durante toda su vida. Desde hacia tiempo, ambos ancianos residían solos en una casa ubicada en la parte baja del pueblo y, según palabras de sus propios vecinos, estaban muy bien atendidos por el resto de sus hermanos, así como por sus sobrinos. Incluso una hermana más joven que ella residía con su familia unos metros más arriba del lugar donde sucedieron los hechos.

Ayer, la casa familiar permanecía cerrada sin que en el exterior apenas quedaran huellas de lo sucedido la noche anterior. Los vecinos de alrededor, muchos de los cuales acudieron a socorrer a la fallecida y su hermano, fueron los que en la mañana dieron la noticia al resto de habitantes de Zarracós, que apenas llega a la veintena. ‘Vivimos máis arriba e non nos enteramos de nada’, confesaba una vecina, quien recordaba como, antes de la llegada del invierno, la nonagenaria participó en alguna liturgia dominical. ‘Ela era maior e tiña as súas cousas, pero estaba ben’, coincidían vecinos y amigos de la víctima que no terminaban de creerse el fatal desenlace.

El entierro de la víctima será en su aldea natal. Mientras, el Juzgado de Instrucción de Celanova instruye las diligencias en relación con estos hechos.

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