José Luis Molina, el hombre oriundo del municipio ourensano de Bande detenido la semana pasada en Tinajo (Lanzarote) por la desaparición y posible homicidio de su hija, discapacitada psíquica, falleció ayer en el centro sanitario de Lanzarote donde estaba ingresado, custodiado por la Policía, aquejado de un cáncer en fase terminal. El fallecido estaba ingresado en situación de prisión provisional como imputado en un delito de homicidio, ya que en su domicilio se descubrió una bolsa con huesos humanos que, según la Policía, podrían ser de su hija Verónica Molina.
También se encuentran en prisión por estos hechos su actual pareja y madrastra de la desaparecida (imputada por homicidio) y un hijo de esta última (acusado de encubrimiento).
La Policía está pendiente de que concluyan los análisis de los restos hallados en la casa de Tinajo para conocer si su ADN coincide con el de la joven Verónica, de 28 años.
La vivienda fue registrada la semana pasada a petición del hermano biológico e hijo del ahora fallecido, que intentaba localizar a Verónica por una cuestión de una herencia, sin que su padre le diese razón sobre su paradero, pese a que vivió con él y con su segunda esposa después de una azarosa trayectoria desde que era menor de edad. La Guardia Civil se personó en la casa del acusado tras comprobar la escasa colaboración que prestaba la familia en las gestiones emprendidas para localizar a Verónica.
La joven ya había recibido la asistencia de los servicios sociales mientras fue menor de edad debido al maltrato que recibía por parte de su padre y su madrastra, según relató la semana pasada el alcalde de Tinajo, Jesús Machín.
La noticia de la detención de José Luis Molina por este hecho causó conmoción en Bande, donde el fallecido había estado el pasado verano y donde aún residen tres hermanos suyos, que regresaron a su tierra tras vivir durante años en Bilbao, a donde se trasladaron con una tía, cuando eran niños, después de la muerte de sus padres.
La Policía está pendiente de que concluyan los análisis de los restos hallados en la casa de Tinajo para conocer si su ADN coincide con el de la joven Verónica, de 28 años.
La vivienda fue registrada la semana pasada a petición del hermano biológico e hijo del ahora fallecido, que intentaba localizar a Verónica por una cuestión de una herencia, sin que su padre le diese razón sobre su paradero, pese a que vivió con él y con su segunda esposa después de una azarosa trayectoria desde que era menor de edad. La Guardia Civil se personó en la casa del acusado tras comprobar la escasa colaboración que prestaba la familia en las gestiones emprendidas para localizar a Verónica.
La joven ya había recibido la asistencia de los servicios sociales mientras fue menor de edad debido al maltrato que recibía por parte de su padre y su madrastra, según relató la semana pasada el alcalde de Tinajo, Jesús Machín.
La noticia de la detención de José Luis Molina por este hecho causó conmoción en Bande, donde el fallecido había estado el pasado verano y donde aún residen tres hermanos suyos, que regresaron a su tierra tras vivir durante años en Bilbao, a donde se trasladaron con una tía, cuando eran niños, después de la muerte de sus padres.
