LUCHA ANTIDROGA

Una familia vendía droga en el piso que "okuparon" en el centro de la ciudad

Narcopiso en Ourense.
photo_camera Una de las habitaciones del domicilio "okupado" para la venta de droga.

El inmueble, en la ciudad, estaba dotado de cámaras de vigilancia para eludir a la policía

Un matrimonio formado por  José Luis L.Q., de 59 años, y María Teresa G.L., de 56, junto con su hijo Rubén L.G., de 40, fueron  detenidos por la Policía Nacional después de presuntamente ocupar una vivienda en el casco viejo de la ciudad y destinarla a la venta de droga. Los clientes, según fuentes policiales, podrían comprar las sustancias estupefacientes para llevarlas a otra parte o consumirlas en el interior del inmueble. Los detenidos, según las mismas fuentes, habían habilitado la cocina y otra instancias como  "narco-salas", que estaban siendo utilizadas por consumidores en el momento en que irrumpieron los policías del Grupo de Estupefacientes de la Comisaría para registrar las instalaciones.

También tenían instaladas cámaras de seguridad en las ventanas y puerta de entrada para eludir los controles policiales.

Los hechos que motivaron la detención comenzaron el pasado mes de abril cuando los policías de estupefacientes pusieron en marcha la "Operación Borrasca" ante la sospecha de que cuatro personas estaban utilizando un inmueble  en el centro de la ciudad para la venta de droga al menudeo. 

Los agentes establecieron varios dispositivos de vigilancia, que comenzaron a dar fruto a principios del presente mes de octubre después de que un vecino denunciará de forma anónima en la plataforma de internet de la Dirección General del Cuerpo Nacional de Policía la entrada y salida de personas de una casa, situada en las inmediaciones de la plaza de San Cosme.

Los agentes tomaron los exteriores del edificio y comprobaron que las personas que lo utilizaban eran las mismas que estaban siendo investigadas dentro de la "Operación Borrasca", pero que habían trasladado su actividad delictiva, posiblemente ante la presión policial, a este nuevo inmueble, que había ocupado de manera ilegal.

Durante las pesquisas, los policías comprobaron que había instalado cámaras de vigilancia y que estaban orientadas hacia la calle. Los aparatos remitían las imágenes a una pantalla central situada en la cocina para controlar a la policía. 


Una familia con 50 detenciones en su haber


Los agentes del Grupo de Estupefacientes y de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR), apoyados en perros guías, procedieron el pasado día 25 a  entrar en el domicilio, en el que detuvieron al matrimonio y su hijo como presuntos autores de delitos contra la salud pública y usurpación de inmueble.

Los policías intervinieron durante un registro cinco gramos de cocaína (20 dosis), dos dosis de heroína, varios trozos de hachís, dos bolsas con marihuana,  dos botellas que contenían un líquido blanco, que resultó ser cocaína, dos balanzas de precisión,  una navaja  y 1.156 euros en efectivo.

 Según fuentes policiales, los detenidos disolvieron cocaína en botellas de agua para de esta manera eludir un control policial y negar que  poseían ese tipo de droga en caso de ser detenidos. 

El matrimonio y su hijo ya acumulan un total de 50 detenciones anteriores.

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