La conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera, supervisó las nuevas instalaciones adaptadas a los criterios de 'seguridade e dignificación' de este servicio, cuyo coste ascendió a 500.000 euros

El Hospital de Piñor reabre como psiquiátrico tras pasar medio año en obras

Medio año después del cierre de las instalaciones del Hospital de Piñor, el próximo lunes volverán a abrir sus puertas para acoger a los 50 pacientes del servicio de Saúde Mental que ahora se encuentran ingresados en Toén.
Durante estos meses, se han llevado a cabo una serie de trabajos de reconversión y modernización de las instalaciones, con la finalidad de adaptarlas a los criterios técnicos de seguridad y dignificación de la asistencia psiquiátrica, pues anteriormente acogían a pacientes crónicos de Medicina Interna. 'Esta iniciativa supón un salto cualitativo moi importante na asistencia ós pacientes de saúde mental, que amosa de xeito evidente o modelo de atención sanitaria que queremos para os nosos cidadáns', apuntó la recién nombrada conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera, durante su visita a Piñor.

Las reformas de adecuación se centraron en las medidas contempladas en el Plan de Autoprotección, como la instalación de ventanas de seguridad; puertas resistentes al fuego; colocación de barrotes en los huecos de las escaleras; substitución de la central antiincendios o montaje de un circuito de videovigilancia que, en su conjunto, supusieron una inversión de 500.000 euros.

Hospital de Toén
Sanidade todavía no ha definido ningún uso futuro para el viejo Hospital psiquiátrico de Toén -construido en 1959-, un edificio que desde hacía varios años sufría un visible y constante deterioro de sus infraestructuras. El próximo lunes, sus instalaciones quedarán vacías mientras 'se estudan diferentes alternativas plantexadas tanto polo Concello como polas asociacións de pacientes', avanzó Mosquera. Sin embargo, la conselleira no pudo concretar si su finalidad será sociosanitaria o de cualquier otra índole, pues se barajan varias opciones.
Lo que sí está claro, es que la reestructuración en estos edificios hospitalarios, que también incluyó la reubicación de las 71 camas del servicio de Medicina Interna de Piñor en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense, 'non afectará nin ó número de camas nin ós seus profesionais', según recalcó la gerente del área sanitaria, Eloína Núñez, porque 'seguirán vencellados ós mesmos servizos e desenvolvendo as mesmas tarefas que tiñan asignadas, indistintamente do emprazamento', añadió.

Los trabajadores de ambos hospitales agrupados bajo la asociación Pro Sanidade Digna de Ourense (Prosadi) defendieron desde su constitución la anterior distribución hospitalaria, adviertiendo de la 'pérdida de camas' con estos traslados y la posibilidad de saturar el CHUO. En previsión a estos posibles picos de ingresos, la primera planta del Hospital de Piñor se mantendrá sin pacientes y reservada sólo para la hospitalización general 'en períodos de mayor demanda'. El jefe del servicio de Psiquiatría del CHUO, Ignacio Gómez, explicó que se han creado diferentes accesos y circulaciones para ambos servicios.

Por otra parte, Gómez indicó que la segunda planta del hospital estará reservada para los pacientes de media y larga estancia de Saúde Mental, mientras que la tercera estará dedicada a acoger a los pacientes agudos y con necesidad de recibir cuidados especiales, lo que supone un impulso de unas zonas en desuso desde hacía varias décadas.

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