Restricciones en Ourense

Hostelería ourensana: “¿Por qué siempre pagamos nosotros y hemos de cerrar?”

Ambiente de terrazas en la ciudad de Ourense. XESÚS FARIÑAS.
photo_camera La hosteleria tendrá su aforos limitados al 50%, solo en terraza. (FOTO: XESÚS FARIÑAS)
Los hosteleros y empresarios del ocio nocturno acatarán las normas con rabia y resignación 

Un visto y no visto. Así fue la reapertura de un ocio nocturno que mañana tendrá que volver a cerrar sus puertas dado que la ciudad alcanzó el nivel máximo de restricciones. La consternación es generalizada y el enfado creciente, “¿por qué siempre pagamos nosotros?” se cuestionan algunos hosteleros y “vigilaremos con lupa que ahora cumpla la Administración”, señalan otros. 

Desde “O Jato Negro”, Carlos Murias afirma que la situación es un sinsentido: “Non sei en que momento eses contaxios poden vir da miña actividade, non ten lóxica ningunha”, señala, y añade que “están culpando aos focos falsos de contaxio, se non poden controlalos que dimitan”, sentencia. El hostelero abrió sus puertas a finales de junio tras un año  sin poder trabajar en el sector, sin embargo, ahora le toca volver a cerrar. 

Diego Novoa tiene el pub Keops y señala al botellón como el culpable de que su local tenga que clausurar. Afirma que estos días “tuve 56 personas en toda la noche, la mayoría gente vacunada”. Hoy abrirán y disfrutarán de la última noche sin restricciones. 

Por su parte, Javier Pardo, del Luxus, señala que “é unha pena porque somos un sector que podía estar funcionando pero isto é culpa da xente máis nova que se desmadrou. En moitos locales cumpriron as medidas. As autoridades tamén son responsables de facer que se cumpran”, explica.

LÍMITES PARA LA HOSTELERÍA

Los bares y restaurantes de la ciudad también se verán afectados. La opinión de los locales del casco vello coincide en que las nuevas normas son abusivas y que la escalada en los contagios se debe a los botellones. En esa línea se pronunció José Antonio González Gallego, de Atarazana, quien califica como un “despropósito de la Xunta y del Gobierno” permitir los botellones y aprobar estas nuevas medidas para un sector que estaba cumpliendo. 

Desde O Acubillo, Marta González, lamentó que la hostelería pagase de nuevo los platos rotos, diciendo que “no se puede mantener personal; se acabó la temporada de verano”. Sostiene que la solución es la vuelta del toque de queda a la una de la madrugada y que les dejen vivir como hasta ahora. Tatiana González secunda esta opinión desde Tixola, quien opina que “dende que quitaron o toque de queda empezou a desmadrarse a xente”.

Más duro se mostró Ángel, de Alpendre. Tras denunciar lo insostenible de la situación se pregunta de quién es la culpa y quiénes lo hacen mal. “Si no, cierro y me voy al botellón. El botellón lo estoy pagando yo”, sentencia tras más de un año en el que “pagamos los hosteleros”. José Luís defendió desde el Bar Pérez que “la hostelería en ningún momento es culpable de lo que está pasando en Ourense y Galicia” y critica la inacción ante los botellones. 

Por su parte, José Luis Casas, gerente de la cafetería Dulce y Salado de O Barco (que también pasa a nivel alto) dice sentir “un desamparo total”. “Nos hacen pagar los errores de otros”,  lamenta, afirmando que en su establecimiento “nunca hubo ningún contagio, tomamos todas las precauciones”. 

EL RESTO DE LA PROVINCIA

José Antonio Freijido, de la Cafetería Aldara de Carballiño, está muy indignado porque “seguimos sendo os pringados desde fai máis dun ano. Aínda que a xente veña de fora sen realizar a PCR non pasa nada, porque a culpa é da hostalería. Penso que os políticos son unhos incompetentes”, y señala que “teremos que pechar todos porque esto é inaguantable”.

 

“Si vemos un fallo en la Administración haremos lo que nos de la gana”

“Estamos jodidos”, así lo sentencia  Senén Vázquez, el presidente de la Asociación de Hostalaría e Restauración Ourensá (AHROU). “Hay gente que ya viene con atrasos de pagos de alquileres y ahora se ven en una situación peor”, lamenta.  “Todo esto no tiene sentido, otros eventos culturales sí que se celebran y ¿cómo se van a controlar?, siempre somos nosotros”, expresa Vázquez.

Desde la asociación de hosteleros señalan que “además de poner restricciones, el Conselleiro se explicó mal y no se entendían las medidas”, señala. 

Uno de los planteamientos que la asociación se hizo la semana pasada fue si acatar las normas o saltarse las restricciones, “de momento acataremos esperando que ellos corten los botellones y las macrofiestas”, explica. “Si la Administración  no cumple haremos lo que nos da la gana”

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