Constata que con la propuesta de la Xunta, la calle Progreso estaría colapsada desde primera hora

Infraestructuras rechaza las paradas para el autobús metropolitano en Alameda y Juan XXIII

La Concejalía de Infraestructuras ha remitido un informe a la Dirección Xeral de Transportes en el que analiza la propuesta de ubicación de los intercambiadores de autobuses del transporte metropolitano que defiente de la Xunta. En el documento se pone de manifiesto, una vez más, el desacuerdo con la intención de fijar paradas en Tras Alameda y Juan XXIII, debido a su impacto en el tráfico y renueva su petición de situar tres paradas en O Couto, Mariñamansa y As Lagoas, con lanzaderas hacia el centro.
Una vez analizada la propuesta presentada por la Dirección Xeral de Transporte a sobre el transporte metropolitano en Ourense, en la que se fijan dos paradas céntricas (Juan XXIII y Tras Alameda), la Concejalía de Infraestructuras ha emitido un informe en el que rechaza, una vez más, esta alternativa por causa de los problemas que supondría para el tráfico urbano.

El documento constata que en un período aproximado de 10 horas (entre las 08.00 y 18.00 horas), estarían circulando por la red arterial principal de la ciudad 300 autobuses interurbanos, a los que habría que sumar los 36 existentes del servicio de transporte urbano. El informe analiza la intensidad del tráfico en las principales vías durante ese tramo horario (Progreso, Marcelo Macías, Curros Enríquez, Juan XXIII, Parque de San Lázaro, avenida de Zamora y Pena Trevinca) y constata que las retenciones serían continuas en la práctica totalidad de las mismas, convirtiéndose en un ‘colapso circulatorio’ (con una intensidad de más del 75%) en el caso concreto de Progreso desde las ocho de la mañana.

También señalan los técnicos de Infraestructuras que diferentes colectivos sociales (Limiar, asociaciones de taxistas y de comerciantes) ya mostraron en el momento de conocerse la propuesta de la Xunta (en el mes de octubre de 2008) su desacuerdo con la misma, alertando de los problemas del tráfico constatados en el informe.

Por todo ello, el documento explica la propuesta que defiende el Concello. Aunque en un principio se habló de cuatro paradas, finalmente quedan fijadas tres: en la Praza da Chave de O Couto, en la calle Mestre Vide (As Lagoas) y en la rúa do Regato, en Mariñamansa. La primera recibiría a los autobuses procedentes de la N-525 en el sentido Madrid-Ourense, de la N-450 (Celanova), de la Barbadás y de Piñor, de la N-120 (Vigo, Ribadavia, Carballiño) y de la OU-402 (Cortegada, Reza).

As Lagoas

La segunda parada, en As Lagoas, recibiría a los de la N-525 procedentes de Santiago-Cea, así como de Lugo-Chantada. También recogería a los que lleguen de Oira, Os Peares, Pereiro, Trives, Maceda, Esgos y Santa Mariña.

La tercera y última parada, en Mariñamansa, sería el punto de destino para los autobuses que discurran por el corredor Cumial-Rairo y aquellos procedentes de San Cibrao.

Transportes de 40 plazas como lanzaderas hacia el centro

El Concello siempre defendió alejar las paradas del transporte metropolitano del centro y acercar a sus viajeros mediante autobuses urbanos. En el informe de Infraestructuras se fija que los intercambiadores de cada parada (O Couto, As Lagoas y Mariñamansa) contarán con pantallas informativas con GPS para que los usuarios tengan información precisa sobre los tiempos de llegada de los microbuses (se estima que sería entre cuatro y seis minutos).

Estos vehículos serán de hasta 40 plazas, debido a que su menor tamaño les conferirá una mayor versatilidad en el entramado urbano. Asimismo, conta rán con ‘cores rechamantes’, tal y como recoge el informe, para que los usuarios los distingan del resto de autobuses.

Todas las paradas de las lanzaderas se situarían a pocos metros de los intercambiadores del transporte metropolitano (en el caso de O Couto, se utilizaría la parada de autobús urbano situada en Ervedelo) y transportarían a los viajeros que accediesen a la ciudad hasta la parada más cercana.

El billete, tal y como precisó la Xunta, será de carácter único y de coste menor a un euro. Es decir, los usuarios del transporte metropolitano no pagarán en las lanzaderas.

Te puede interesar