“Las competencias en servicios sociales son del Gobierno y las comunidades autónomas”. Así se expresaba el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, el pasado 28 de marzo para justificar el cierre del Comedor Sobre Rodas, un programa que servía la comida a domicilio a 58 mayores con alguna dependencia. Es la última acción en una larga lista que abarca sus cinco años de alcaldía, y que se traduce en el cierre de seis programas, dos líneas de subvención congeladas, tres promesas electorales incumplidas y alrededor del 40% del presupuesto del área sin ejecutar. Mientras tanto, el Concello recibía durante los últimos cinco años más de 2,5 millones de euros por parte de la Administración autonómica para financiar los gastos corrientes de mantenimiento y programas de servicios sociales. La última transferencia, de 481.073,56 euros, fue el 2 de abril.
Conciliación
Las familias disponían en verano de la red de ludotecas en los centros cívicos, que ofrecían actividades de conciliación. Ya el pasado verano no se contó con ese servicio. Esas mismas actividades de ludoteca funcionan durante el año, pero si no hay un nuevo acuerdo, pararán en junio. El servicio peligró en febrero, pero una solución de última hora permitió prorrogar su funcionamiento tres meses. Otro servicio que ya no existe es Educocio, una iniciativa que mantenía abiertos los patios de los colegios, calificado entonces por el regidor como “experiencia piloto”. Pretendió que la Xunta se hiciera cargo de los costes.
Menos Unis
Las Unidades de Intervención Social (Unis) suponen, para toda persona que necesite acudir a un programa de asistencia social, el primer contacto. Allí se les informa de las opciones disponibles. Llegaron a estar cuatro activas en los barrios de Ourense. “En As Lagoas había crecido su demanda”, recuerda la exconcelleira popular Eugenia Díaz Abella. “La cercanía es un pilar básico, por eso propusimos actualizar la del barrio de O Couto”, señala. En octubre de 2023, tanto la Unis de O Couto como la de As Lagoas cerraron en una centralización del servicio. “No se pretende dar servicio al ciudadano, pretenden recortárselos”, explica Telmo Ucha, que sucedió a Díaz Abella al frente de Servicios Sociales. “A mi parecer, harían mejor servicio 4 oficinas pequeñas que 2 grandes”, afirma.
Mayores
El Consello Municipal de Mayores pretendía ser un órgano consultivo dentro del área de Servicios Sociales. Participaban en él entidades que trabajan con la tercera edad, y abordaban problemáticas como la soledad no deseada, y fórmulas para mantener y mejorar su calidad de vida. El último que se constituyó fue en octubre de 2021. Desde entonces, no se ha vuelto a convocar. Otro de los servicios donde los mayores eran principales usuarios era el Comedor Sobre Rodas, que les acercaba menús personalizados a sus domicilios a quienes no podían valerse por sí mismos. Dejó de funcionar el pasado 27 de marzo.
Promesas incumplidas
Era enero de 2023, desde Alcaldía se anunciaba, a unos meses de las elecciones municipales, que habían firmado dos contratos para poner en marcha una de sus promesas electorales: un servicio de llamadas a mayores. Ambos contratos fueron superiores a los 18.000 euros, pero el programa ni llegó a arrancar.
¿Sin vivienda?
El programa de viviendas de emergencia social se remonta al año 2016. Dos viviendas en el barrio de Covadonga dan cobertura temporal en casos de emergencia, tales como desahucios inminentes o mujeres víctimas de violencia de género. En diciembre de 2023, los tres partidos de la oposición denunciaron que el gobierno municipal estaba barajando prescindir de ellas, pese a que suponen la primera solución habitacional para población vulnerable. En una junta de área, la actual titular de Servicios Sociales aseguró que son un gasto que puede dedicarse a otra cosa.
