José Correa: “Al incendiario le gusta contemplar su obra”

Cuando José Correa estaba pasando una tarde con su hijo en una piscina de Seixalbo , un joven le alertó de que estaba ardiendo un monte cercano. Acudió de paisano y pilló al autor con las manos en la masa. De no haber sido así, habría ardido todo. 

Aun sin uniforme ni placa, José Correa actúa como un policía 24 horas. El miércoles estaba pasando la tarde junto a su hijo en una piscina cercana a Seixalbo cuando vio a un joven pidiendo ayuda, alterado, gritando que “habían plantado fuego”. Enseguida se levantó, se puso una camiseta y se acercó a él. Le indicó que era policía y que le acompañase al lugar de los hechos. Era difícil de encontrar porque todavía no se veía el humo ni las llamas.  Así, de forma improvisada, ambos corrieron hasta el lugar de los hechos y observaron como empezaba a arder una parte de monte comunal ubicada junto al campo de fútbol. 

Los alrededores, llenos de pinos y acículas, conformaban un escenario perfecto para la propagación de las llamas. El fuego trepa fácilmente por los troncos hasta llegar a las copas y desde ahí se contagian a las más próximas. En esa tesitura se encontraron al llegar. Correa ya había llamado a Comisaría y los servicios de emergencias estaban al tanto. “Apareceron aos cinco minutos, senón isto teríase propagado”, afirmó. 

“Normalmente, aos que prenden lume, gústalles contemplar a súa obra, ver como arde”, indica. Fue esta clave la que le permitió pasar a la acción. “O mozo sinalouno e eu fun onde el. Non se resistiu e puden detelo”, explica el agente de la Unidad Adscrita de la Policía Autonómica.

El incendiario rondaba los 50 años y es residente de la zona. Provocó las llamas con un mechero, sin usar acelerantes. “O lume foi prendido de mala fe, estamos ao lado dun colexio e xunto a estrada. Se non se chegase a tempo, isto tería ardido todo”, afirma Correa. Llegaron a quemarse 0,5 hectáreas. 

Esta es la primera vez, en los once años que el policía lleva en el cuerpo, que se encuentran al autor de un fuego con las manos en la masa. “Despois é moi difícil de demostrar”, asegura. Las pistas que dejan los incendiarios son escasas y complejas de seguir en un escenario abrasado. “Gustaríame destacar a intervención do testigo. A xente normalmente non o fai e a nós facilítanos moito o traballo. De non ter vido, habería ardido todo”, añade.

Las circunstancias meteorológicas también favorecieron la extinción. Había llovido recientemente y el terreno no estaba completamente seco, “se houbese acontecido quince días antes, a situación sería moito mais complexa. Isto non o pararía nadie”, indicó. 

Qué hacer ante un incendio

Correa indica que si se ve arder, es primordial llamar al 012. Son los equipos de extinción. También es útil contactar con el 112, emergencias. 

“Tamén é útil quedarse con todos os datos posibles, a matrícula dun coche ou semellantes. Se é nun monte, o normal é que chegase nalgún medio de locomoción”, añade. 

Te puede interesar