Pese al mal tiempo, la Diócesis de Ourense celebró una cita que se consolida. Como en los últimos ocho años, el tercer domingo de diciembre lo dedican al encuentro de niños con el obispo. La Catedral los acogió en un día con protagonismo de los más pequeños.
Max Paolo era uno de ellos. "Hemos traído al niño Jesús y celebramos su nacimiento", cuenta. Cada uno de los niños portaba esta figura que, al final de la misa, el obispo Leonardo Lemos consagró. "Vamos a bendecir las imágenes que llevaréis a muchos lugares, comenzando por vuestros hogares", indicó el obispo a los pequeños. Max Paolo y su compañero de catequesis Juan se muestran emocionados ante las fechas navideñas. "Llegarán las vacaciones, con Papá Noel y los Reyes Magos, estaremos contentos y al terminarse lloraremos", explica Max Paolo. Ante la pregunta de si se han portado bien para merecer los regalos, reaccionaron diferente. "¡Yo sí!", asegura Max Paolo. Por otro lado, Juan admite que no ha sido malo, aunque titubea: "Es que tengo hermanos pequeños", dice ante las risas de sus amigos.
Los muchachos procedían de gran parte de las parroquias de la ciudad y la periferia. Algunos se acercaron desde A Peroxa, según afirmó María del Carmen Pintos, de la congregación de Santiago de As Caldas. Un coro formado por jóvenes de San Pío X, Maristas y de San Cibrao das Viñas, entonaron canciones durante la misa. Tras ella, los niños salieron a la calle a repartir estrellas de pega entre los viandantes. Un acto que les sirvió para desearles unas felices fiestas a todos.
El obispo agradeció la asistencia de los fieles frente a la meteorología: "Habéis vencido las inclemencias del tiempo". A los niños los calificó de "valientes" por sumarse pese a la cara que mostró el día de ayer.