CASO DIVINO MAESTRO

Jóvenes que robaron en pisos implican al tío de una de ellas

Ourense. 14-10-15. Sucesos. Xuizo no penal por roubo con intimidación no caso Divina Pastora.
Foto: Xesús Fariñas
photo_camera El tio de una de las jóvenes (izda.), junto a los acusados de receptación que ahora exculpan

Las exalumnas de un colegio que sustraían llaves a compañeras exculpan a los supuestos receptadores

Cuatro jóvenes de 20 años investigadas cuando tenían 16 por robos en pisos de compañeras de clase en el colegio Divino Maestro de la ciudad -tres de ellas condenadas por esos hechos en la Jurisdicción de Menores- abandonaron ayer la sala de vistas del Juzgado de lo Penal 1 con la cabeza ladeada. La magistrada Blanca Díez, ya sin público, les recordó, tras finalizar el juicio en el que comparecieron como testigos, que de no haber sido menores cuando ocurrieron los hechos, entre finales de 2011 y 2012, "hoy -por ayer- se verían ustedes aquí sentadas", o lo que es lo mismo en clave procesal, se enfrentarían a una pena de hasta cuatro años de prisión por un delito continuado de robo con fuerza en las cosas en casa habitada.

Esa es la condena que ayer reclamó la fiscal para Juan Carlos Barreiros Álvarez, el tío de una de ellas, a quien acusa de comandar un grupo en el que los papeles estaban bien definidos. Las menores, a cambio de dinero para comprar ropa o zapatillas, se apoderaban de las llaves de las mochilas de sus compañeras de clase, hacían copias y después entraban a sus domicilios. Por su parte, Barreiros Álvarez -asegura la acusación pública- intervenía en la planificación de objetivos, aconsejaba a las pupilas (la conveniencia de llevar guantes, por ejemplo) y se encargaba de vender la mercancía en tiendas de compra-venta de oro o bien entregaba las joyas a Miguel Castro, que había sido novio de una de las implicadas, Santiago Martí y Rodrigo Montoto (la fiscal pide 18 meses de prisión para dos y un año para el último).

Estos tres reconocieron que habían vendido joyas, pero insistieron en que desconocían la procedencia ilícita de las mismas. "Salí un año con Carolina y ella me dio bastantes joyas que, según decía, eran suyas; deposité toda mi confianza en ella", dijo en el juicio. Las jóvenes corroboraron sus versiones.

No así la del principal encausado en este procedimiento, Juan Carlos Barreiros, quien está actualmente en prisión por otras causas. Dos de las chicas lo implicaron -su sobrina lo exculpó-como la persona que en ocasiones les daba "instrucciones" que a medida que avanzaba el interrogatorio acabaron convirtiéndose en "consejos". Una de ellas lo definió de forma muy gráfica: "Funcionábamos en cadena"

También, según sus propias palabras, le entregaban "los efectos" para recibir un porcentaje del "dinero en metálico obtenido" -a más de una persona en la sala le sorprendió el argot de las chicas-. Él, sin embargo,negó la mayor y la menor. Hasta aseguró no conocer a sus compañeros de banquillo.

Una del Sexto Instituto

Entre las testigos, se encontraba una exalumna del Sexto Instituto que entraba a las casas a robar con las llaves que conseguían las dos estudiantes del Divino Maestro. Incluso describió una escena en la que quedaron en un bar de Oira para entregarle a Juan Carlos Barreiros el botín, que finalmente tuvieron que reintegrar porque el jefe de estudios destapó el caso.

Este último, tal como declaró ayer en la vista oral, tuvo olfato de sabueso y comenzó a sospechar de dos de sus alumnas porque faltaban a clase cuando se producían los robos.

Una de las chicas, en su día condenada por estos hechos, trató de implicar a una cuarta que desfiló ayer por el Penal 1. "Nos pidió que fingiéramos un robo para cobrar el seguro e incluso ella misma nos daba las joyas de su casa", aseguró. Esta última se reconvirtió en víctima cuando compareció. "Les tuve que dar las llaves de mi casa porque me amenazaron con que Juan Carlos haría algo a mi familia", comentó. El letrado de Santiago Martí pidió a la jueza que dedujera testimonio a esa testigo por si estuviera faltando a la verdad.

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